Uh, la diosa maya de la Luna, llega puntual a la zona arqueológica de Chichén Itzá, en el Sureste de México, para iluminar el paso de la Serpiente Emplumada de Primavera, un fenómeno arqueo-astronómico de belleza espectacular que se registra dos veces al año en el majestuoso Castillo prehispánico.
“El espectáculo de la Serpiente Lunar sólo se puede observar pocas veces, a diferencia del Kukulcán Solar debido a que el paso de la Luna es 13 veces más rápida que el Sol”, explica a EFE el astrónomo y matemático mexicano Eddie Salazar Gamboa, quien descubrió el fenómeno arqueo-astronómico en 1993 junto con el arqueólogo Víctor Segovia Pinto (+).Cerca de la una de la madrugada de este 7 y 8 de abril de 2020.
La luz de Luna comienza a levantar su manto brillante sobre los edificios, cómo si los vistiera de plata, mientras a lo lejos sonidos indescriptibles se unen a la magia que brinda estar en la explanada del sitio maya que corresponde al periodo clásico tardío o post clásico temprano (800-1100 d.C).
Es magia, no hay otra palabra. Y lo confirma don José Antonio Keb Cetina, custodio nocturno de la zona arqueológica de Chichén Itzá, quien considera un bello espectáculo los movimientos astrales que vaticinaron los habitantes prehispánicos para marcar el inicio de la Primavera y el tiempo de cosechas.
“Ver las estrellas y los planetas Marte, Júpiter y Saturno alrededor del Castillo de Chichén Itzá mientras desciende la Serpiente Lunar es espectacular”, dice el empleado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuyo director general Diego Prieto Hernández, brinda facilidades para promover los fenómenos que protagonizan el Sol y la Luna.
El paso luminoso de la Serpiente Lunar de Primavera por la alfarda norte del Castillo de Chichén Itzá, denominado una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, mostró este 7 de abril de 2020 siete triángulos Isósceles y este miércoles 8, sólo cinco “porque empieza la transformación de Kukulcán”, explica Eddie Salazar al brindar detalles del evento que protagonizó Uh, la diosa maya de la Luna.
Su brillantez y magia te envuelven, te hacen mirar al cielo para descubrir un mosaico de estrellas y planetas que coronan el Castillo de Chichén Itzá, es como un viaje al pasado que te permite sentir el privilegio de los sacerdotes o algún personaje de la realeza maya, “no cualquiera tenía acceso a los fenómenos de luz”, dice el astrónomo mexicano, autor de varios libros sobre el tema.
El matemático y catedrático del Instituto Tecnológico de Mérida, considera que en el siglo XXI, “la Serpiente Lunar sigue siendo una belleza espectacular escondida por el horario y las medidas de seguridad que toma el INAH, aquí lo importante es que los custodios y algunos medios de información que han tenido acceso a la zona arqueológica de madrugada confirman la predicción y sabiduría que los mayas tenían por el cosmos y las matemáticas, que también dejaron plasmadas en los Códices de Dresde, Madrid y París”.
Texto Marta López Huan… Fotos de José Antonio Keb Cetina …