Irlanda es el primer país de Europa que ha decidido, para hacer frente al nuevo coronavirus, un segundo confinamiento nacional que empieza el jueves en medio de temores de que las consecuencias sean ahora más graves que en el primer confinamiento.
«Es devastador tener que sufrir un nuevo reconfinamiento (…) durante este período, que es el más cargado antes de las Navidades», aseguró este miércoles el responsable de una tienda de joyas antiguas, John Farrington.
Hay gente que difícilmente podrá superar un segundo confinamiento, agregó.
Desde el jueves, todos los comercios no esenciales -como el de Farrington- tendrán que cerrar durante seis semanas, y los bares y restaurantes solamente podrán servir comida para llevar.
Todos los ciudadanos deberán permanecer en sus casas, y sólo podrán desplazarse a un radio de 5 kms de sus domicilios para ejercer un empleo o hacer ejercicio.
Las escuelas y las guarderías permanecerán sin embargo abiertas, principal diferencia con el largo confinamiento de la pasada primavera (boreal).
El primer ministro Micheal Martin anunció las nuevas medidas el lunes por la noche.
«Si batallamos juntos en las próximas seis semanas, tendremos la posibilidad de celebrar correctamente las Navidades», aseguró en un mensaje a los cinco millones de habitantes del país.
La pandemia del coronavirus ha causado al menos mil 865 muertos en Irlanda, según las cifras oficiales. Tras un máximo de 77 muertos diarios en abril, el número de fallecimientos llega actualmente a una decena diaria.
Según la cadena pública RTE, el gobierno aprobó sanciones en caso de violación de las restricciones, con multas que pueden ir hasta mil euros (mil 180 dólares).
(Excélsior)