Te ha pasado que vas decidido, cruzas la puerta… y de pronto, olvidas por completo qué ibas a hacer? Esta desconcertante experiencia es más común de lo que se piensa y tiene una explicación científica.
En entrevista para UNAM Global, Laura Elissa Ramos Languren, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, explicó que esto ocurre cuando la atención está centrada, por ejemplo, en una película.
“Si te levantas a la cocina por un refresco, pero al llegar olvidas a qué fuiste, es porque tu mente seguía enfocada en la historia de la televisión”.
En otras ocasiones simplemente no se presta atención en dónde se dejan las llaves y, al buscarlas, surge la pregunta: “¿dónde las dejé?”. Esto puede deberse a una falla de atención, señala la especialista, ya que la memoria funciona como una mesa de trabajo mental donde se colocan las tareas que se realizan. Y, a veces, simplemente se olvidan.
¿Es normal tener olvidos?
Sí, es completamente normal tener olvidos a lo largo de la vida, y estos pueden acentuarse con la edad.
“Si mientras guardaba las llaves recibí una llamada telefónica, alguien me habló y además se me cayó el celular, son demasiadas tareas al mismo tiempo. El cerebro dará prioridad a alguna de ellas”, explicó. “Recupero el celular para que no se rompa, contesto la llamada o presto atención a la persona… y al final no puse atención a en dónde dejé las llaves”.
Cuando el cerebro se satura
Cuando el cerebro se llena de múltiples actividades, se genera estrés. Al igual que un celular con muchas apps abiertas —aunque solo veamos una en pantalla— el sistema sigue trabajando.
Esa demanda provoca saturación, dificultad para concentrarse y, en consecuencia, olvidos.
Por eso es importante priorizar la información que realmente se quiere guardar, añadió la académica universitaria.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Sin embargo, si los olvidos son frecuentes, puede ser necesario considerar si hay algún evento que afecte la memoria, como un proceso neurodegenerativo o un deterioro cognitivo.
En esos casos, la académica recomendó acudir con un especialista que evalúe las funciones cognitivas.
¿Las mujeres pueden hacer varias cosas al mismo tiempo?
En realidad, no es que las mujeres puedan hacer varias tareas simultáneamente. Existe un término llamado ejecución dual que plantea que podemos alternar entre tareas, pero no realizarlas todas al mismo tiempo ni con igual eficacia.
Sin embargo, es cierto que el cerebro de las mujeres —sobre todo cuando son madres— se modifica para atender muchos más estímulos. Por ejemplo, pueden identificar el llanto de su bebé entre varios. Experimentos han demostrado que, entre grupos de niños, las madres reconocen fácilmente la voz de su hija o hijo.
“El cerebro se adapta de tal manera que permite a las mujeres atender a sus hijos y a sí mismas al mismo tiempo. Quizá esto tiene que ver también con el contexto social. A las mujeres se les ha asignado la carga de las labores domésticas y la crianza”, apuntó Ramos Languren.
Por eso parece que las mujeres “pueden con todo”, pero en realidad ha sido una exigencia del propio sistema. A los varones no se les impone esa misma carga.
Cambios en el cerebro materno
Desde el punto de vista neurológico, en el cerebro femenino se observan más conexiones interhemisféricas, es decir, entre el hemisferio izquierdo y derecho.
También hay cambios en estructuras como:
- el hipocampo (clave para la memoria explícita y espacial),
- y la corteza cerebral, que sufre adaptaciones hormonales durante el embarazo, la lactancia y los primeros años del bebé.
¿Por qué? Las mujeres son las responsables de cuidar una nueva vida.
Por eso el cerebro evolucionó de una manera para prestar atención al cuidado de un ser que está a su cargo y que al mismo tiempo, no dejen de cuidarse a sí mismas.
Niebla mental: otras causas
Existen padecimientos que pueden causar lo que se conoce como niebla mental, como el hipotiroidismo o trastornos del estado de ánimo que provocan desorientación y confusión. Por ejemplo, no saber qué día es o despertar de una siesta sintiendo que se durmió toda la noche.
También se han reportado olvidos como secuela del COVID-19: desde no recordar a dónde se iba hasta no saber por qué se salió de casa o qué se iba a hacer.
Multitarea: ¿una trampa cotidiana?
En la actualidad, se espera que las personas sean multitareas, pero eso no es lo ideal para el cerebro. Lo mejor es mantener la atención en lo que se hace en el momento.
“Nos han hecho creer que debemos estar en todo y ser exitosos. Ver una película, conversar, limpiar, todo al mismo tiempo”, explicó la especialista. Esta exigencia constante impide una correcta regulación de la atención.
Si se continúa así en el día a día, la atención se debilita.
¿Se puede entrenar la atención?
Sí. La atención se puede entrenar, y con ella también la memoria. Son procesos que van de la mano.
“Cuando nos distraemos, solemos hacer un esfuerzo consciente por recapitular y recordar lo que íbamos a hacer. Es como regresar el casete”, dijo.
Una persona no puede aprender algo si no está atenta o atento. No se puede pasar una información a la memoria de largo plazo sin concentración.
Por ejemplo, al aprender un nuevo idioma, si no se pone atención en las palabras, difícilmente se almacenarán.
¿Cómo mantener un cerebro sano?
Laura Elissa Ramos Languren recomienda seguir varias estrategias:
- 🍎 Comer de forma balanceada, ya que una buena nutrición favorece las conexiones entre las neuronas.
- ❤️ Cuidar la salud cardiovascular, ya que el cerebro depende del flujo sanguíneo, la glucosa y el oxígeno.
- 🩺 Mantener controlados los niveles de presión arterial y grasas en sangre.
- 🏃♀️ Realizar ejercicio regularmente. La actividad física oxigena el cerebro y favorece el aprendizaje.
- 🧠 Mantener el cerebro activo: aprender un idioma, jugar ajedrez, resolver ejercicios de estimulación, socializar, platicar con familia, amistades o vecinos.
El cerebro tiene un fuerte componente social, y la amígdala —una región clave para procesar emociones— se fortalece con las conexiones humanas reales.