«Urge conocer nuestra historia, sobre todo que los abuelos y las abuelas nos hablen de lo que significa esa historia de lucha en donde implica no solo el conocimiento para cultivar la tierra, sino enseñar a los suyos a conocer y amar a nuestra cultura maya” resaltó Oscar Giovani Balam Canul, estudiante de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO).
Al presentar proyecto ““El arte de la oralidad para el rescate de las tradiciones” la tarde del pasado 15 de febrero en la comunidad de Naranjal, ante jóvenes e invitados, indicó que es necesario unir esfuerzos para preservar toda la riqueza cultural y conocimiento del pueblo maya..
El proyecto que presentó, recibe el financiamiento del Pacmyc, y con el evento realizado este día se declaró inaugurado oficialmente su puesta en marcha de este importante plan a realizarse en Naranjal, comunidad que dista a poco más de 15 minutos de la cabecera municipal de José María Morelos, Quintana Roo.
“¿Saben porqué se llamó Naranjal? – cuestionó en lengua maya don Florentino Ku Ku, oriundo de Chacsinkin y con más de 40 años de estar viviendo en la comunidad-, el abuelo con más de 70 años relató que se le llamó Naranjal, dado que sea que vayas en la comunidad, hay naranja agria”
“Aquí no había pozos, en esos tiempos tomamos agua de los ak’aalche’ y si nos enfermábamos, nos curábamos con las plantas medicinales. Aquí venimos a vivir porque es cómo estar en el paraíso, porque de lo que siembres obtienes buena cosecha a diferencia de nuestras siembras que hacíamos en esos años en Chacsinkin”
Indicó que en los años en que vivió en Chacsinkin “Hacer milpa significa que hay que invertir mucho, tan solo en el chapeo, hay que hacerlo en varias ocasiones y luego el suelo es muy pobre, en cambio aquí ¡No hombe! Aquí tan solo en la primera cosecha del Ch’akbeen, tienes unos santos elotes de este tamaño y puedes cosechar hasta más de 3 sacos enormes, luego, estos lugares puedes sembrarlo por más de 2 años y aún mantiene su fertilidad y casi no se enyerbaba”.