Durante un conversatorio en el Gran Museo del Mundo Maya, especialistas destacaron la importancia del Día de Finados como símbolo de identidad, memoria y preservación cultural en Yucatán.
Como parte del Otoño Cultural 2025, y durante un conversatorio realizado en el Gran Museo del Mundo Maya, académicas y mayistas destacaron la importancia de la celebración del Día de Finados como una forma de compartir en comunidad, así como de resistencia para preservar el patrimonio cultural del estado.
El conversatorio “U k’iinilo’ob Finados”, organizado por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), tuvo como objetivo reflexionar acerca de lo que actualmente representa esta tradición y los retos que enfrenta para su preservación, no solo como una festividad, sino también como un elemento esencial de la identidad del pueblo maya yucateco y peninsular.
Al inaugurar el encuentro, la titular de la Sedeculta, Patricia Martín Briceño, señaló que el conversatorio permite reflexionar sobre la relación del pueblo yucateco con la memoria, la familia y la comunidad, elementos que forman parte de la cultura viva que se fortalece a través de las actividades del Gran Museo del Mundo Maya.

En el diálogo participaron Ella Fanny Quintal Avilés, investigadora del Centro Inah-Yucatán; la rectora de la Universidad Intercultural de Campeche, Cessia Esther Chuc Uc; la diputada local, Neyda Pat Dzul; el investigador y mayista Gregorio Hau Caamal, y la antropóloga Graciela Tec Chan, quien moderó la charla ante un público que llenó el salón sede.
Para Cessia Esther Chuc Uc, primera en intervenir, se trata de un momento para compartir y convivir con la comunidad y la memoria, en el que las familias se unen, trabajan en conjunto y cada integrante asume una tarea para la instalación del altar, el encalado de las albarradas o la preparación de los alimentos.“Todo ello para recibir a los abuelos”, enfatizó.
En coincidencia con lo anterior, la diputada Pat Dzul destacó esta fecha como una forma y una celebración de resistencia, “pero también como un momento para comprender por qué se realiza, para sentir esa conexión con la vida y con nuestros ancestros; hacerlo porque queremos, con ese amor de convivir con la familia y con la comunidad, y que así lo aprendan las nuevas generaciones”.

A su vez, la doctora Quintal Avilés expuso la importancia de documentar las diversas formas en que las comunidades mayahablantes mantienen viva la celebración del Día de Finados, y transmitir ese conocimiento como una guía que ayude a evitar la incorporación de elementos ajenos a la tradición.
Por su parte, el investigador Gregorio Hau destacó el valor que estas fechas tienen para las comunidades mayahablantes, más allá de ser una festividad, ya que representan una forma de entender la relación con el mundo dentro de un ciclo continuo, que forma parte del patrimonio de las familias y de las generaciones futuras.


