SpaceX lanzó un cohete con tres empresarios y un astronauta a la Estación Espacial Internacional el viernes para una estadía de más de una semana, con lo que la NASA se une a Rusia en la recepción de huéspedes en el destino turístico más caro del mundo.
Es el primer vuelo chárter privado de SpaceX al laboratorio orbital después de dos años de llevar astronautas allí para la NASA.
El sábado arribarán a la estación espacial un estadounidense, un canadiense y un israelí que dirigen empresas de inversión, bienes raíces y otros sectores. Cada uno pagó 55 millones de dólares por el viaje en cohete y el alojamiento, con todas las comidas incluidas.
Rusia ha estado recibiendo a turistas en la estación espacial —y anteriormente en la estación Mir— desde hace décadas. El otoño pasado, un equipo de cine ruso visitó el laboratorio orbital, seguido por un magnate de la moda japonés y su asistente.
Finalmente la NASA ha hecho lo propio, luego de años de oponerse a la presencia de visitantes en la estación espacial.
“Ha sido un viaje increíble y esperamos con impaciencia los próximos 10 días”, dijo al entrar en órbita el exastronauta de la NASA Michael Lopez-Alegria, que acompaña a los empresarios.
Los boletos de los visitantes incluyen el acceso a toda la estación espacial, salvo a la parte rusa, para lo cual requerirán la autorización de los tres cosmonautas a bordo. En el laboratorio orbital también se encuentran tres estadounidenses y un alemán.
Lopez-Alegría tiene pensado evitar hablar de política y de la guerra de Ucrania mientras esté en la estación espacial.
“Sinceramente, creo que no será incómodo. Digo, tal vez un poco”, dijo. Espera que el “espíritu de colaboración salga a relucir”.
La empresa privada Axiom Space organizó la visita ante la NASA para sus tres clientes: Larry Connor, de Dayton, Ohio, que dirige el Connor Group; Mark Pathy, fundador y director general de Mavrik Corp., de Montreal; y el israelí Eytan Stibbe, expiloto de combate y socio fundador de Vital Capital.
Antes del vuelo, su entusiasmo era evidente. Stibbe dio unos pasos de baile al llegar a la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy.
SpaceX y la NASA han sido francos con ellos acerca de los riesgos de los vuelos espaciales, dijo Lopez-Alegria, que pasó siete meses en la estación espacial hace 15 años.
“No hay nada poco claro, me parece, sobre los peligros o sobre cómo podrían ser los días malos”, dijo López-Alegria a The Associated Press antes del vuelo.