Una urna maya, elaborada entre los años 900 y mil 600 d.C., considerada por los especialistas de alto valor histórico y que, desde 1969, se encuentra en el Albion College, en Michigan, Estados Unidos, fue recuperada por el Gobierno de México.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), indicó que en un espíritu de cooperación, las autoridades del Albion College y del Consulado de México en Detroit firmaron ayer 13 de abril en dicha universidad, un acuerdo para repatriar la urna maya a México.
El objeto llegará al Museo de los Altos, ubicado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, sureste del país, para mostrarla junto con una urna gemela que se encuentra en exhibición en ese recinto.
Además, se indicó que el acuerdo de restitución de la urna maya es fruto de los esfuerzos en materia de diplomacia y cooperación cultural internacional para la recuperación de bienes culturales.
Las autoridades consulares destacaron que esta pieza, procedente de la localidad arqueológica Laguna Pethá, en Chiapas, “tiene un valor intrínsecamente ligado a la historia y al contexto de sus pueblos de origen, cuya restitución es importante para su capital cultural, y para el entendimiento y valorización de su pasado y desarrollo”.
Las partes implicadas señalaron que el acuerdo abona al mensaje de sensibilización “sobre la importancia de la restitución de bienes culturales a sus lugares de origen”.
El INAH señaló también que la recuperación de la urna maya y reunificación con su pieza gemela representan “un acto de gran importancia para México y su patrimonio histórico”.
Además, permite reforzar los vínculos culturales y de amistad, en materia de patrimonio cultural, entre México y Estados Unidos.
En la ceremonia participaron el director del Albion College, Mathew Johnson; el Cónsul de México en Detroit, Fernando González, y el profesor de Arizona State University, Joel Palka.
Además del arqueólogo del INAH, Josuhé Lozada, quienes han trabajado conjuntamente en la investigación e iconografía de esta pieza maya, y de manera virtual, el director general del INAH, Diego Prieto.