Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dos de cada tres mujeres de 15 años en adelante, han vivido por lo menos una situación de violencia, siendo la mayoría de estos escenarios ejercidos por varones, apuntó el psicólogo clínico del Centro de Atención y Reeducación a Hombres que Ejercen Violencia de Género (CAREEHVG), Julio César Trejo Hernández.
Durante la conferencia titulada “Masculinidades libres de violencia”, organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), el experto platicó con estudiantes de dicho plantel sobre los conceptos sexo-género, violencias, masculinidades y lenguaje inclusivo y no sexista.
Sostuvo que el objetivo de la conferencia fue identificar las implicaciones que tienen las masculinidades en los hombres y el vínculo existente con la desigualdad, discriminación y la violencia.
Asimismo, como parte de una actividad, hablaron sobre los conceptos básicos del sexo, como sus características biológicas, hormonales, anatómicas y fisiológicas a partir de las cuales se diferencia a hombres y mujeres.
Agregó que el género son construcciones sociales y culturales asignadas a hombres y mujeres con el fin de regir su comportamiento y que se etiquetan como expresiones de género relativas a lo masculino y femenino.
Al abordar el tema de la violencia, Trejo Hernández la definió como el uso intencional de poder a través de acciones u omisiones que van dirigidas a una persona o varias, que cause o tenga la intención de causar algún tipo de daño.
En el caso de la violencia de género, explicó, esta se caracteriza por cualquier acto con el que se busque dañar a una persona por su género.
En su turno, la encargada jurídica del CAREEHVG, Cecilia Patiño Cerón, detalló el concepto de masculinidad, el cual, se define como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son característicos del hombre en una sociedad determinada.
Actualmente se cuestiona la presencia de un hombre universal, ya que actuar como varón varía de acuerdo con el contexto histórico, social y cultural.
“Reconociendo que cada persona aprende de manera distinta a ser hombre o mujer, es válido afirmar que existen muchas formas de ser hombre, ya que en cada cultura se encuentran presentes mecanismos y códigos aprendidos que soportan y explican esta diversidad”, dijo.
Agregó que, si bien no hay un modelo ideal de hombre, ya que las experiencias de vida los hacen diferentes, el reto actual es desarticular las relaciones de poder, los privilegios, el sexismo, la homofobia y así lograr construir relaciones democráticas, igualitarias, equitativas, respetuosas de las diferencias, más placenteras y armoniosas con quienes nos rodean.