Ante la posible llegada del huracán Beryl a la península de Yucatán, el profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Javier Becerril García hizo un llamado a la sociedad a evitar caer en compras de pánico, ya que podría causar un desabasto de productos.
El experto señaló que actualmente esta región del sureste del país está viviendo los impactos globales del cambio climático como fuertes jornadas de calor y sequía, así como intensas lluvias caudalosas y torrenciales.
“Esto no solo provocó la deshidratación en niños, niñas y personas adultas, sino apagones de energía eléctrica por el exceso en su demanda y problemas en la distribución, lo que provocó altos costos en la industria con la llamada cadena de suministros”, aseguró.
“También en los hogares enfrentaron esta subida de costos con la pérdida de alimentos que debían estar refrigerados, averías en automóviles y electrodomésticos, pero sobre todo pérdidas en el sector agrícola y ganadero”, añadió.
Ahora, el economista manifestó que, al enfrentarnos a la posible entrada de un huracán, se han sentido los impactos meteorológicos ocasionando pérdidas de nueva cuenta en el sector agrícola y en las viviendas de los ciudadanos, lo que se traduce en altos costos económicos y sociales para las personas.
Por lo anterior, recomendó a la población no caer en compras de pánico, sino que lo más sensato es tener productos que no necesiten refrigeración para dos o tres días, como frijol, arroz, agua, gas, velas, entre otros.
Advirtió que este tipo de comportamiento solo podría causar escasez y por consiguiente un alza en los precios “o también puede darse que la gente empieza a especular y comprar mercancía pensando en su reventa, algo que sería una práctica desleal, especialmente por las circunstancias”.
“Tenemos que evitar las compras en exceso, pensar en dos o tres días en adelante, nada más, si el fenómeno va a entrar el viernes estar en casa a salvo”, sugirió.
Por último, Becerril García invitó a protegernos entre vecinos y familiares, así como ser solidarios, que es una parte muy importante para la resiliencia.