Francia, severamente golpeada por la segunda ola del coronavirus, decretó un nuevo confinamiento nacional de al menos un mes, pero menos estricto que el de la primavera puesto que las escuelas, fábricas y servicios públicos seguirán abiertos.
«El virus circula en Francia a una velocidad que ni siquiera los pronósticos más pesimistas habían previsto», dijo el presidente Emmanuel Macron en un discurso retransmitido por televisión, en el lamentó la muerte el martes de 527 personas debido al covid-19.
La segunda ola «será sin duda más dura y más mortífera que la primera» que dejó 30.000 muertos, añadió, en un tono grave.
Desde este jueves a la medianoche y al menos hasta el 1 de diciembre los franceses «podrán salir de su casa solo para ir al trabajo, a una visita médica, para ayudar a un pariente, hacer las compras esenciales o salir brevemente a tomar el aire», detalló el jefe de Estado.
Se requerirán declaraciones escritas que justifiquen la salida, dijo, sugiriendo que se volverán a imponer multas a los infractores.
¿Qué industrias pararán?
Los bares, restaurantes, museos y negocios no esenciales tendrán que cerrar sus puertas, pero a diferencia del confinamiento de dos meses impuesto entre marzo y mayo durante la primera ola del coronavirus, las escuelas permanecerán abiertas.
Asimismo, las fábricas, las explotaciones agrícolas y el sector de la construcción podrán seguir funcionando y los servicios públicos continuarán atendiendo.
«La economía no debe detenerse, ni hundirse», señaló el mandatario francés. Cada mes de confinamiento le cuesta a la economía francesa entre 2 y 2,5 puntos de PIB, según cifras del ministerio de Cuentas Públicas.
Buscan salvar la Navidad
El gobierno francés había impuesto hace dos semanas un toque de queda nocturno que obligaba a dos tercios de la población a quedarse en sus casas entre las 21H00 y las 06H00 (20H00 GMT y 05H00 GMT), pero esta medida, admitió Macron, «no fue suficiente».
Desde agosto Francia observa un fuerte repunte de contagios.
En la página oficial del gobierno, las autoridades dieron cuenta el miércoles de 244 muertos en los hospitales en las últimas 24 horas, lo que eleva el balance a 35,785 fallecidos en Francia desde el inicio de la pandemia.
«Si no actuamos ahora, Francia corre el riesgo de sufrir por lo menos 400,000 muertes adicionales» dentro de unos meses, advirtió Macron. (Medio tiempo)