Un estudio reciente ha comprobado que, efectivamente, es posible que los smartphones sirvan para mucho más que hablar, enviar mensajes y colgar fotos en las redes sociales y que además podría convertirse en una herramienta muy valiosa para salvar vidas.
Los científicos del Intermountain Medical Center Heart Institute en Salt Lake City, Estados Unidos, observaron que gracias a una aplicación de los smartphones, AliveCor, se puede monitorizar la actividad cardíaca y determinar, en tiempo real, si alguien está sufriendo un infarto de miocardio con elevación del Segmento ST -STEMI-, es decir un ataque al corazón en el que la arteria está completamente bloqueada.
De hecho, según los datos obtenidos, dicha aplicación puede presumir de tener casi la misma precisión que un electrocardiograma estándar de 12 derivaciones -ECG; el utilizado en medicina para diagnosticar ataques cardíacos.
Los hallazgos son significativos, ya que en estas ocasiones tanto la velocidad en la detección del ataque cardíaco, como el tratamiento inmediato después del mismo, resulta indispensable para salvar vidas.
«Cuanto antes se pueda abrir la arteria, mejor será la respuesta del paciente. Descubrimos que esta aplicación puede acelerar dramáticamente las cosas y salvando literalmente la vida de las personas», afirma en declaraciones a la Asociación Americana para el Avance la Ciencia el doctor J. Brent investigador cardiovascular en el Intermountain Medical Center Heart Institute y autor principal del estudio.
Corazones y smartphones conectados
Un STEMI es un tipo de ataque cardíaco muy grave durante el cual se bloquea una de las principales arterias del corazón, que suministra oxígeno y sangre rica en nutrientes al músculo cardíaco. La elevación del segmento ST es una anomalía detectable en el ECG de 12 derivaciones.
Para llevar a cabo la investigación, 204 pacientes que acusaban tener un dolor en el pecho recibieron tanto un ECG estándar de 12 derivaciones como un ECG monitorizado a través de la aplicación AliveCor, administra a través de un smartphone mediante un accesorio de dos cables. Los investigadores encontraron que la aplicación resultó mucho más eficaz para distinguir con precisión y alta sensibilidad el STEMI.
«Un STEMI es un tipo de ataque cardíaco muy grave durante el cual se bloquea una de las principales arterias del corazón».
«Encontramos que la aplicación nos ayudó a diagnosticar los ataques cardíacos de manera muy efectiva, y además no produjo falsos positivos, es decir, no indicó la presencia de un ataque cardíaco cuando no se estaba produciendo», indica el Dr. Muhlestein.
“La idea surgió del uso de cintas de correr para el desarrollo personal. Muchas personas que usan cintas de correr usan un dispositivo simple que puede detectar su ritmo cardíaco, a través de un solo cable.
Trasladar esta tecnología a un smartphone ha sido un salto muy pequeño. Lo único que tuvimos que hacer después, a través de un cable adicional, ha sido medir el ritmo cardiaco desde otras posiciones» explica.
Los hallazgos del estudio son importantes por dos razones, explica el Dr. Muhlestein. La primera es que podría acelerar el tratamiento urgente que necesita un paciente después de sufrir un STEMI. Los lineamientos de laAmerican College of Cardiology y la American Heart Association recomiendan que el «tiempo entre la puerta y el globo», es decir, el momento desde que un paciente ingresa al hospital hasta que se inserta un catéter con un globo en la punta en la arteria obstruida del paciente, el tratamiento general a seguir, debería ser menos a 90 minutos.
Si alguien tiene dolor en el pecho y nunca antes lo ha sufrido, podrían pensar que se trata de gases, o de un simple dolor nervioso, y no acudir a los servicios de urgencias» afirma Muhlestein. «Eso es peligroso, porque cuanto más rápido abramos la arteria bloqueada, mejor será el resultado del paciente».
La aplicación puede tomar el electrocardiograma in situ, enviar los resultados a la nube donde un cardiólogo lo revisa de inmediato y, si se encuentra un STEMI, avise a la persona para que pueda ser llevada al hospital con la mayor brevedad posible.
En segundo lugar, el precio de la aplicación con la extensión de dos cables es bajo, lo que podría poner el poder de un ECG en manos de cualquier persona con un smartphone o un reloj inteligente, y hacer que los ECG sean accesibles en lugares como países del tercer mundo donde las personas tienen teléfonos inteligentes pero donde las máquinas de ECG caras son difíciles de encontrar.
NATIONAL GEOGRAPHIC