El acceso de un paciente a la atención médica por COVID-19 es cada día más difícil en el sector público, y en el privado los costos son inaccesibles.
La inevitable saturación en clínicas públicas obliga a la población a buscar inalcanzables opciones en hospitales privados que, de acuerdo con testimonios, obligó ya a familias a vender casas, autos, acudir a préstamos con familiares y amigos.
La sola aplicación de una prueba para detectar el virus marca la diferencia. Es gratis en una institución de gobierno, cuesta mil 250 pesos en hospitales de Salud Digna y de hasta 3 mil 950 pesos en hospitales privados, como Médica Sur.
Si bien se cuenta con mayores opciones que en los estados, en la capital del país una hospitalización por un mínimo de cinco días en hospitales de nivel Medio las aseguradoras ofrecen un costo mínimo de 350 mil pesos.
Con base en estimaciones de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en hospitales de nivel Alto, que son sólo dos, uno en la Ciudad de México y otro en Interlomas, podrían ser del doble.
El costo promedio que la AMIS estima para el tratamiento de estos pacientes es de 435 mil pesos con seguro de gastos médicos mayores, y de 222 mil pesos en los casos con seguro de vida. Aclara que atiende también a 163 casos de pacientes ambulatorios, con un costo promedio de 14 mil 449 pesos.
La Asociación precisa que, si el paciente es ya de carácter grave o crítico, que requiere atención en unidades de cuidados médicos intensivos, el costo se eleva a un promedio de 920 mil pesos, y si la persona necesita aún de más atención, como la intubación, la tarifa crece a los 947 mil pesos.
Los costos son variados y “van desde 25 mil, 30 mil o 40 mil pesos por un día” en “hospitales medios” privados en la Ciudad de México, hasta casos en los estados de la República en los que, “si hay lugar”, piden algunos un monto inicial de 100 mil o 150 mil pesos, como garantía del pago por la atención, que en entidades locales pueden llegar a costar hasta dos millones de pesos, revelan testimonios de diversos casos en el país.
Indican que, por ejemplo, en Chiapas, “pagar un día de hospitalización en un sanatorio privado, una persona enferma de COVID-19 tendría que destinar su salario de un año y dos meses”. En Guadalajara, tratar de salvar a un familiar puede costar más de 800 mil pesos en una estancia de dos semanas.
De acuerdo con una serie de testimonios y casos que presentará El Financiero, destacan también los costos en zonas turísticas.
En Cancún, debido a los altos costos que se pagan, la atención médica durante los 14 días que puede tardar la hospitalización, se llegaría a pagar entre los 840 mil a los 2 millones 100 mil pesos, por lo que se estima que solamente empresarios, personal de los tres órdenes de gobierno y turistas podrían pagar y recuperarse de la epidemia en hospitales privados.
La AMIS acepta que, por los altos costos en servicios particulares, se buscan cada día esquemas más accesibles de financiamiento, ya que, si bien ha aumentado la demanda de seguros médicos, se ha registrado una caída importante en el aseguramiento de otros rubros, como de autos.
Costos inaccesibles
Pruebas COVID-19: Desde mil 250 pesos a 3 mil 950 pesos
Tratamiento en cama normal: 435 mil pesos
Tratamiento teniendo seguro de vida: 222 mil pesos
En unidades de cuidados intensivos: 920 mil pesos
Paciente con intubación: 947 mil pesos
Pacientes ambulatorios: 14 mil 449 pesos
Con información de El Financiero