En el marco del Día Internacional de la Enfermedad de Chagas, desde el Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), se realizará una videoconferencia especializada sobre el tema, informó el investigador Etienne Waleckx.
El experto en este padecimiento impartirá de manera remota la conferencia denominada “Chagas: un enfoque de Ecosalud”, por lo que las personas interesadas en el tema encontrarán los enlaces de acceso a la transmisión en las páginas oficiales del CIR “Dr. Hideyo Noguchi”.
Esta primera conmemoración organizada por la Secretaria de Salud de México, tendrá lugar el 14 de abril, y su finalidad es generar conciencia sobre la enfermedad de Chagas y el reto que representa la complejidad del acceso a la atención para las personas afectadas.
En su conferencia, se prevé que Waleckx presente los resultados de trabajos en comunidades, donde los investigadores ayudaron a mitigar este padecimiento al colocar mosquiteros en las casas, con lo cual los insectos vectores no entran en las casas a alimentarse de las personas.
La enfermedad de Chagas es endémica en 21 países de América Latina, pero presente en muchos países del mundo, y se ha convertido en un problema de salud global que afecta más de seis millones de personas; aunque actualmente se estima que la población en riesgo llega a los 65 millones de personas.
La UADY realiza diversas investigaciones para hacer frente a esta mal, entre las que destacan el desarrollo de una vacuna; el estudio de la ecología y el comportamiento del insecto vector “Pic”, para el desarrollo de estrategias de control; el desarrollo de diagnósticos oportunos y de bajo costo.
Asimismo, el estudio de la transmisión congénita; el desarrollo de nuevos fármacos; así como la concientización y promoción de esta enfermedad en comunidades de la región por medio de charlas, organización de talleres participativos, la producción de material didáctico, entre otras acciones.
Por lo general, el parásito se propaga a través de insectos infectados que chupan la sangre y dejan excrementos, por lo que la persona al rascarse toca las heces y, posteriormente, al llevarse las manos a los ojos o la herida producida por el piquete, facilita la entrada del microorganismo dañino al cuerpo.
Los daños más extremos de la enfermedad son anormalidades en la función eléctrica del corazón y dilatación de ese órgano, que pueden causar una insuficiencia cardiaca y la muerte súbita; también, produce alteraciones digestivas.
La población en riesgo haciende a más de 65 millones de personas.