La atención multidisciplinaria en un paciente con diabetes permite que la persona tenga una mayor calidad de vida, un mejor tratamiento y menos complicaciones, aseguraron expertos en el tema.
Durante el conversatorio “El trabajo en equipo como clave de los tratamientos exitosos en personas con diabetes”, realizada en el auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), participaron la nutrióloga Ina Alejandra Beristain Navarrete; el endocrinólogo Manuel Antonio Cetina Cervera; el doctor Carlos José Castro Sansores; y la doctora en actividad física y deportiva, Verónica Sánchez Muñoz.
Ahí, compartieron sus conocimientos y opiniones sobre la colaboración multidisciplinar en un paciente con esta enfermedad crónica y cómo la atención oportuna de los médicos puede favorecer a un mejor tratamiento.
Los profesionales de la salud coincidieron cuáles son algunos de los expertos que se requieren para el tratamiento de una persona con diabetes: un nutriólogo, endocrinólogo, médico general, médico del deporte, psicólogo, angiólogo, oftalmólogo, podólogo, entre otros.
Informaron que la Federación Mexicana de Diabetes A.C. ha propuesto siete hábitos que son necesarios que adquiera el enfermo como responsabilidad para mejorar su calidad de vida: comer saludable, mantenerse activo, medir constantemente los niveles de glucosa, seguir el tratamiento médico, aprender a enfrentar retos cotidianos, tomar una actitud positiva y reducir riesgos.
Así mismo, concordaron en que actualmente el sistema de salud público mexicano carece de las posibilidades económicas para ofrecer todos los especialistas al paciente, sin embargo, aún se puede utilizar la medicina preventiva con un buen equipo de profesionales para evitar complicaciones a futuro y tener una buena calidad de vida.
Por último, destacaron que existen características importantes para conformar un buen equipo de médicos, entre ellas la empatía, la tolerancia, el profesionalismo y la honestidad, por mencionar algunas.
Como se recordará, la diabetes es una enfermedad propiciada por niveles muy altos de glucosa (azúcar) en la sangre, la cual proviene de los alimentos que se consumen; mientras que la insulina es una hormona que ayuda a que el monosacárido entre a las células para suministrarles energía.
En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina, pero en la tipo 2, que es la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada y al ser insuficiente, la glucosa permanece en la sangre.