Las chinampas de Xochimilco son un sistema de agricultura sustentable creado por el hombre para producir intensivamente plantas, verduras y hortalizas, su origen se remonta a las culturas prehispánicas de hace 900 años; por lo tanto, proteger su ecosistema permite conservar los efectos benéficos que genera en el clima y calidad del aire de Ciudad de México.
En un esfuerzo por salvaguardar este sistema, Refugio Rodríguez Vázquez, investigadora del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav, impulsa un proyecto científico con la aplicación de varios desarrollos tecnológicos para el tratamiento del suelo y agua, entre los que destacan la oxigenación de los canales mediante un método de generación de micronanoburbujas (MNB), adaptado a las trajineras al navegar.
Su objetivo es reducir las condiciones anaerobias que prevalecen en el agua y con ello disminuir la emisión de gases de efecto invernadero como metano, dióxido de carbono o ácido sulfhídrico (denominado “gas de las coladeras”). Con el proyecto se contribuye a mejorar la calidad del líquido, suelo y aire en la zona, también se generan beneficios a las especies acuáticas, terrestres y a la vida de los lugareños, además favorece la actividad turística.
La presencia de compuestos como nitrógeno y fósforo causan la eutrofización (exceso de nutrientes inorgánicos en un ecosistema acuático), que propicia el crecimiento descontrolado de microalgas, lentejilla “chilacastle” (Lemna minor) y lirio acuático “huachinango” (Eichhornia crassipes), causantes de la disminución del oxígeno disuelto y la generación de gases de efecto invernadero.
Para oxigenar el agua de los canales, Rodríguez Vázquez y su grupo de investigación aplican un sistema generador de MNB que se adapta a las trajineras, las cuáles se generan al navegar, con el propósito de oxigenar el agua y disminuir las condiciones anaerobias causantes de la producción de gases; los equipos se alimentan con la energía proporcionada por paneles solares instalados en el toldo de la embarcación.
Las micronanoburbujas son del tamaño de una milmillonésima parte de un metro y se generan con un sistema de tubos Vénturi, por el cual se pasan de forma simultánea agua y aire, que al realizar un cambio de presión las produce; éstas pueden permanecer en el agua por largos periodos de tiempo, promueven la oxigenación y, al tener una alta presión interna, crea especies reactivas de oxígeno.