Un caso de presunta negligencia médica en el Hospital General Regional T1 del IMSS en Mérida, Yucatán, ha generado preocupación y malestar entre la población. Karla Saucedo, paciente oncológica originaria de Cancún, sufrió severos daños en sus órganos internos tras un procedimiento de radioterapia que, según se denuncia, fue mal realizado.
Este incidente le causó quemaduras internas que afectaron su estómago, intestinos y riñones.
Karla fue enviada a Yucatán desde Quintana Roo debido a la falta de equipos especializados en su unidad local del IMSS. Sin embargo, el tratamiento que recibió en Mérida complicó gravemente su salud en lugar de mejorarla. Desde noviembre pasado, la paciente ha sido hospitalizada en cinco ocasiones, presentando síntomas alarmantes como fiebre alta, vómitos persistentes y dolores insoportables.
Entre los procedimientos que Karla ha tenido que enfrentar se incluyen la extracción de la vesícula y tratamientos para adherencias intestinales. Actualmente, recibe atención bajo la supervisión de un oncólogo particular que ha logrado estabilizar su estado. No obstante, este apoyo ha significado elevados costos en hospitalizaciones, medicamentos y terapias, lo que ha colocado a su familia en una situación económica crítica.
El caso pone en evidencia las deficiencias en los servicios médicos del IMSS, especialmente en el manejo de casos complejos como los de pacientes oncológicos. Además, resalta la necesidad de fortalecer los protocolos médicos y mejorar la capacitación del personal para garantizar procedimientos seguros y efectivos.
La situación de Karla refleja la realidad de muchos pacientes que deben trasladarse entre estados en busca de atención adecuada, enfrentándose no solo a problemas de salud sino también a barreras económicas y administrativas. Mientras tanto, su familia exige que el IMSS asuma la responsabilidad de los daños causados y brinde una solución a su situación.