Los ciudadanos estadounidenses viajaban en una minivan blanca de Carolina del Norte y quedaron atrapados en medio de una jornada de violencia provocada por civiles armados.
El FBI ofrece recompensa de 50 mil dólares para dar con el paradero de las víctimas.
Estados Unidos no ha confirmado la declaración del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de que los estadounidenses cruzaron la frontera para comprar medicamentos.
El lunes, la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre dijo que la Casa Blanca estaba siguiendo de cerca el asalto y el secuestro.