De continuar la producción de polímeros al ritmo actual, hacia el año 2050 habrá más plástico que peces en los océanos, advirtió el coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán Kermez.
Durante su participación en la Cátedra Extraordinaria del Centenario, establecida por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Sarukhán Kermez dictó la conferencia magistral “Biodiversidad y cambio climático”, destacando que la producción de plástico se ha incrementado exponencialmente, pues en 1950 se producían 2.3 millones de toneladas de este material, mientras que en el año 2015 se generaron siete mil millones de toneladas.
“De este total, tan solo el nueve por ciento se recicló, el 12 por ciento se incineró y el 79 por ciento se ha acumulado en el ambiente”, acotó.
Reveló que se producen y venden en el mundo cerca de un millón de botellas de plástico cada minuto, y se estima que puede durar desde 450 años hasta un término indefinido.
Por otra parte, comentó que en lo referente al cambio climático existe un incremento constante y permanente en las tasas de acumulación de los gases con efecto invernadero.
“Tan solo en 1960 se presentaban alrededor de 280 partes por millón (sistema para la medición de estos gases en la atmósfera), y en el presente, se tiene el dato de que nos encontramos en 419 partes por millón”, detalló.
Asimismo, habló sobre el incremento del nivel medio del mar, el cual, ha aumentado alrededor de 20 centímetros, y se pronostica que para el año 2050 una gran parte de Tailandia quedará debajo del agua, junto con una serie de áreas costeras de la India y del sureste de Asia.
En otro momento de la conferencia, Sarukhán Kermez señaló que los ecosistemas son sistemas vitales de soporte para nuestra especie y todas las demás formas de vida, pues en ellos evolucionamos los humanos y también de ellos obtenemos alimentos, agua, oxígeno, estabilidad del clima, entre otros.
“Esos servicios ecosistémicos son indispensables para la vida en el planeta, y el bienestar y la salud de la gente en todo el mundo”, sentenció.
Por último, hizo un llamado a informarnos como sociedad y usar ese conocimiento para modificar nuestro estilo de vida, y exigir a los gobernantes que cumplan con sus responsabilidades ambientales nacionales y acuerdos internacionales, así como a reducir el gasto energético y el costo económico con el uso de celdas fotovoltaicas.
“Todos los estudiantes, de todas las carreras, deberían recibir al menos un buen curso ambiental básico e información acerca de los impactos que en su ejercicio profesional producirán, desde los ingenieros o los contadores, hasta los artistas y músicos”, puntualizó.