“Mientras mis muertos no sean tus muertos, no va a cambiar nada”… con lágrimas, la doctora Adriana Vallarino Ceceña relató la trágica historia de cómo el Covid-19 arrasó con la vida de su esposo, el médico internista Guillermo Castillo Haro.
Vallarino Ceceña explicó que Memo, como ella le decía de cariño, nunca dejó de trabajar, atendiendo a cientos de pacientes semana a semana, hasta que el coronavirus lo atacó a finales del mes de mayo del 2020, contagiando a la familia.
Ante el contagio de los cuatro miembros de la familia, Guillermo y su hijo mayor, quien lleva el mismo nombre, fueron hospitalizados en estado delicado.
Como muchos mexicanos, los Castillo Vallarino se quedaron con la esperanza de las vacunas, pero llegaron demasiado tarde para ellos.
El día 6 de junio del 2020 la desgarradora noticia ocupó las primeras planas de periódicos, redes sociales y radios, porque el doctor Castillo era reconocido por su trayectoria en el servicio público.
Con escasos tres meses de iniciada la pandemia en Sonora, el médico que trabajaba para el sistema de Salud del Gobierno Federal fue de las primeras defunciones de personal médico en Nogales, sumando a esa fecha alrededor de 280 muertes por Covid en la comunidad.
“Para mí fue algo terrible, se me abrió la tierra cuando falleció mi esposo, porque nunca esperé que pasara eso tan rápido”, comentó la doctora, y después de un suspiro agregó que, “él vio a muchos pacientes a los cuales sacó de la enfermedad, pero a él no lo pudieron sacar”.
“Piensan que nada más el médico tiene la responsabilidad de estar al frente, pero los ciudadanos también tenemos la responsabilidad de no exponernos y no exponer a las demás personas, eso sería el punto clave para que no hubiera tantos contagios”, dijo la doctora Adriana.
Parte de la molestia que ella externó es que la ciudadanía continúa acudiendo a eventos y fiestas, sin crear conciencia sobre los riesgos que implica en el personal médico que lucha todos los días contra la pandemia, mientras se siguen contagiando.
“Ojalá que hagan conciencia y que no tengan que vivir este dolor tan fuerte. Como me pasó a mí, como le pasó a mi marido, le puede pasar a cualquiera y está pasando”, advirtió.
Castillo Haro, meses antes de su muerte, indicó a su esposa sobre el riesgo del contagio: “Esto está de mucho peligro y hay que cuidarnos porque si nos toca, no vamos a librarla”, recordó la doctora. El médico internista tenía 55 años y muchos planes por delante.
“La pérdida como ser humano, como pareja, como papá, como parte de la familia, es algo terrible, es un dolor que nos ha costado mucho manejar, porque no es una muerte esperada, son muertes trágicas las del Covid”, comentó.
Según las estadísticas de la Secretaría de Salud, hasta el 24 de enero del 2022, el Estado de Sonora ha presentado más de 141 mil casos de Covid-19 y alrededor de 10 mil defunciones a causa de esta enfermedad que llegó en marzo del 2020.
Adriana Vallarino externó que las cifras no son nada más un número, son familias enteras desgarradas por la pérdida de uno o más familiares… “Como mujer es perder a tu pareja y como madre es ver el dolor de tus hijos”.
Exhortó a la ciudadanía a seguir los protocolos de salud, respetando y defendiendo la vida propia, de los seres queridos y de los demás.
“Todavía siguen diciendo que no existe, que son cuentos, que las vacunas no sirven y yo les repito que mientras mis muertos no sean tus muertos, no va a cambiar nada. Cuídate, protégete y protege a los demás, no lamentes mañana lo que puedes prevenir hoy”, dijo la doctora Adriana Vallarino Ceceña.



