El parque zoológico del Centenario, además de ser un espacio icónico de recreación en la ciudad, funciona como un espacio que contribuye al cuidado de las especies que alberga y el Ayuntamiento ha puesto siempre especial énfasis en el bienestar de los animales, lo que le ha permitido contar, desde 1999 y de manera ininterrumpida, con el reconocimiento como Unidad de Manejo y Aprovechamiento de la Vida Silvestre que otorga la Semarnat.
Entre los cuidados y recursos de que dispone el Ayuntamiento para cuidar a la fauna que alberga en el lugar figuran los siguientes:
Dietas especializadas para fauna silvestre, que atienden requerimientos nutricionales específicos y son elaboradas por personal especializado.
Actualmente los zoológicos de Mérida son de los únicos del sureste mexicano que suministran dietas de la marca reconocida Mazuri, especializada en el diseño de programas de nutrición específicos para especies de fauna silvestre y exótica, con productos de primera calidad.
Apoyo a estancias federales en rescate y recuperación de fauna silvestre, en coordinación tanto con Semarnat como con Profepa para la recuperación de animales que presentan maltrato o no tienen las condiciones propias para su especie.
Programa de enriquecimiento ambiental enfocado a mejorar o mantener la salud física y mental de los animales para prevenir comportamientos anormales y aumentar su capacidad para desenvolverse mejor en cautiverio. Gracias a este trabajo se ha disminuido el estrés y los comportamientos anormales de muchos de los ejemplares.
El personal veterinario aplica rigurosos programas de prevención de enfermedades en la población animal del parque, que incluyen desparasitaciones, vacunas, suplemento de vitaminas y minerales.
Todo lo anterior es muestra del cuidado que reciben los animales en el Centenario y en cuanto a los dos casos de supuesto mal estado de especies en ese centro recreativo, que a últimas fechas se han denunciado a través de redes sociales, el Ayuntamiento indica que ambas situaciones no son problemas de salud ni obedecen a descuido del personal y mucho menos a un maltrato.
En el caso del loro cabeza amarilla señalado en las publicaciones, habita en el Centenario desde 1993 como parte de la donación de un particular. Actualmente se encuentra en buen estado de salud y las aparentes lesiones en su extremidad anterior derecha son resultado del acicalamiento que se hace luego de comer remolacha, dañando el plumaje de esa zona, pero sin representar una afección de gravedad.
Respecto al ejemplar macho blanco, personal que se encarga de su atención explica que presenta callosidades más evidentes en las articulaciones húmero-radial, que es lo que se observa en las referidas publicaciones, pero que no involucran ningún tipo de problema o complicación de salud para el ejemplar, de seis años y 200 kilos de peso, que es producto de la reproducción en las instalaciones del Centenario.
Cabe señalar que actualmente el Centenario resguarda 568 ejemplares de 90 especies diferentes.