Los dos loros eran retenidos como mascotas y una de las aves tenía las plumas de las alas cortadas para evitar que pudiera volar. Uno de ellos prácticamente agonizaba cuando los especialistas llegaron al domicilio y falleció a pesar de sus esfuerzos por salvarle la vida. El otro ya había muerto cuando los ambientalistas se presentaron al sitio.
El lorito cachete amarillo tenía una lesión de varios días y ya tenía el tejido necrosado y con olor fétido (podrido). El lorito frente blanca tenía una fractura de varios días que no fue atendida y la pierna y su costado ya estaban en descomposición, con tejido necrosado.
“No hay responsables, nadie sabe nada, nadie supo nada y todos se van chiflando como si nada”, expresó el director de Santa María.

“Es indignante que los loros sigan muriendo, con tanto sufrimiento, y que sus crías sigan siendo saqueadas de la selva con total impunidad.
“La captura de estas aves para convertirlas en mascotas sólo les está causando muerte y sufrimiento. Aunque están protegidas por las leyes mexicanas, éstas resultan letra muerta, pues el tráfico y el maltrato no cesa.
“Necesitamos leyes aplicables, sin ambigüedades ni confusión, que sólo incentivan la impunidad”.
El ambientalista señaló que el Código Penal federal amenaza con sanciones fuertes por sustraer, vender y comprar loros, pero el Código de Procedimientos Penales brinda muchos beneficios a los delincuentes ambientales y todos terminan impunes.
Para Proyecto Santa María “es una prioridad trabajar en verdaderas sanciones para que quienes cometen estos delitos y maltrato que paguen por ello y no sigan impunes. La ley se debe aplicar. Esto debe terminar”.
Proyecto Santa María es una asociación civil y una UMA que trabaja en la rehabilitación de loros retenidos como mascotas a fin de devolverlos a su hábitat. Los loros son animales en peligro de extinción y su extracción, venta y compra están prohibidas por ley.


