El entusiasmo por ponerse la anhelada vacuna contra el Covid-19 va en aumento entre los mexicanos, quienes muestran disposición por ser los primeros en ponerse el antídoto.
La última encuesta realizada por la firma Ipsos a más de 18 mil adultos en 15 países durante el mes de octubre refleja un aumento de la disponibilidad de los mexicanos por usar el esperado remedio contra el coronavirus.
Un 78% de los mexicanos quiere ponerse la vacuna, lo que representa un aumento con relación a 75% registrado en agosto.
La disponibilidad de los mexicanos supera la media, 73% dice que sí se pondrá la vacuna.
Al igual que en México, hay apertura por vacunarse en la India, Corea del Sur, Brasil, Australia, China y el Reino Unido.
Del lado opuesto del espectro se encuentran Francia y Estados Unidos, que registran los niveles de oposición más elevados, uno de cada cinco franceses está en completo desacuerdo con la inoculación. En México sólo 7% está en contra de la vacuna.
La ansiedad mundial por que llegue la vacuna lo antes posible quedó evidenciada con la euforia que desencadenó el anuncio de la farmacéutica Pfizer de que su prototipo había alcanzado un nivel de efectividad de 90% ante el Covid-19.
El reporte de la farmacéutica igualmente evidenció la batalla que se libra en el planeta por hacerse primero del fármaco. La Unión Europea, a través de su brazo ejecutivo, se colocó a la delantera amarrando de inmediato con Pfizer un contrato de compra de hasta 300 millones de dosis.
No obstante los esfuerzos realizados por las autoridades sanitarias europeas para garantizar que su población sea la primera en blindarse ante el virus, los alemanes, italianos y españoles no están en primera fila para ponerse la vacuna, sino los mexicanos.
El 71% de los mexicanos no quiere esperar, dice que se vacunaría en menos de tres meses tras su puesta en circulación, el nivel más elevado entre los países consultados. La disponibilidad entre los franceses durante dicho periodo es de solo 38%.
En general, la principal justificación a la que recurren aquellos que no pretenden ponerse la vacuna es la preocupación por los efectos colaterales, así como la prontitud con la que se han realizado las pruebas clínicas.
Los expertos anticipan que los laboratorios pondrán en circulación la nueva vacuna en un plazo nunca antes visto.
Los mexicanos sobresalen entre los que están más en desacuerdo sobre la tesis de que la vacuna no es necesaria ya que la probabilidad de contraer Covid-19 es muy baja. El 59% de los mexicanos está en completo desacuerdo, sólo por debajo de los brasileños.
Unicamente 6% de los adultos mexicanos piensa que no es necesario vacunarse debido a que resulta remota la posibilidad de pescar el virus. (El Universal)