El Presidente Andrés Manuel López Obrador despejó esta mañana una duda –quizás ambigüedad– que se había mantenido por años: su religión. Qué es.
“Yo soy cristiano”, dijo por fin. La pregunta que le hizo un periodista era si su religión es católica.
Hace dos años, una periodista le preguntó cuál es su religión. “Pues soy seguidor de Jesucristo porque defendía a los pobres y estaba a favor de los oprimidos. En esa religión, le decía, tenemos prohibido permitir la corrupción y en esa religión me prohíben los lujos y la fantochería, y esto lo digo porque dicen que por esta religión no canto el Himno Nacional. Pues eso no me lo prohíben”.
Luego –en junio 2019–, le insistió si su religión era católica.
“Sí, pero miren: yo soy respetuoso de todas las religiones, de todas. Y como decía Ignacio Ramírez ‘El Nigromante’: yo me hincó donde se hinque el pueblo. Soy respetuoso de todas las religiones y creo que creyentes y no creyentes tenemos principios y nos guiamos por una filosofía. Y un ideal siempre se pone por delante”.
Y hoy, por fin, aclaró que venía de la rama del protestantismo, es decir, de grupos evangélicos.