La explanada del Ex Convento fue la sede de una noche de gala organizada por la Sedeculta y el Ayuntamiento de Tizimín, donde más de mil 200 personas revivieron el concierto del Divo de Juárez en Bellas Artes.
La voz y pasión de Juan Gabriel resonaron en la explanada del Ex Convento de Tizimín en una noche dedicada al arte, durante la clausura del Otoño Cultural 2025, organizado por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta).
Familias, parejas, grupos de amigas y amigos, así como público de todas las edades, llegaron desde una hora antes de la proyección especial al aire libre del emblemático concierto de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes, con la que la Sedeculta reafirma su compromiso de descentralizar la oferta cultural en el estado.
Éxitos como “Querida”, “Hasta que te conocí”, “No vale la pena”, “Amor eterno” y “Te lo pido por favor”, entre otras, hicieron de la noche un momento especial a un costado del Santuario de los Tres Santos Reyes, patronos de este municipio.
Con la proyección también se conmemoraron 25 años del concierto en Bellas Artes, un evento inédito que rompió barreras entre la alta cultura y la cultura popular.

El concierto fue un esfuerzo coordinado entre la Sedeculta y el Ayuntamiento de Tizimín, con el cual se cerró un Otoño Cultural que, durante más de un mes, llegó a diversos municipios del estado con presentaciones como la Banda Sinfónica Infantil y Juvenil de Tizimín, el concierto de Julieta Venegas, la participación de más de 100 niñas, niños y jóvenes en un concierto de trova en Ticul, además de talleres de rap, jarana, poesía y danzas.
Previo al inicio de la proyección, la secretaria de la Cultura y las Artes, Patricia Martín Briceño, reconoció a las y los tizimileños y a su Ayuntamiento por acompañar y hacer posible esta noche especial, y posteriormente agradeció también a los Santos Reyes, patronos del municipio.
“Vamos a poder disfrutar del gran concierto de Juan Gabriel, este icónico concierto que se realizó en Bellas Artes, que ahora se ha remasterizado y que quisimos traer para ustedes”.
La canción “Yo no nací para amar” estremeció la explanada del Ex Convento entre estrofas de desilusión y soledad, entre brillos de lentejuelas y sudor del ídolo, acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección del maestro Enrique Patrón de Rueda, quien dirigió esa fusión de la música popular con el rigor sinfónico en un evento que se convirtió en un hito cultural en México.

La entrega total del Divo en el escenario traspasó 25 años de música como si fueran ayer, mientras un coro infantil y unabanda sinfónica de niños de Chihuahua cambiaron el tono del concierto con los temas No tengo dinero y Buenos días alegría.
En la voz del Divo afloraron anhelos infinitos de amor, como una plegaria; esperanza, despedidas, penas y alegrías, en temas propios y de autores como José Alfredo Jiménez y Armando Manzanero, acompañado por mariachi, con canciones como “Se me olvidó otra vez”, “Me nace del corazón” y “Adoro”.
Como en dos realidades al mismo tiempo, el público en la pantalla coreaba y aplaudía los temas, y el de Tizimín también, como si fuera en vivo, como si fuera hoy y no hace un cuarto de siglo. Poco a poco, la proyección del concierto se fue convirtiendo en una gran fiesta que pasó de las pantallas al público presente.
Al final, juegos pirotécnicos multicoloridos y una lluvia de plata coronaron una noche inolvidable en los corazones de las familias de Tizimín, cerrando con broche de oro un Otoño Cultural 2025 que cumplió su compromiso de recorrer el estado.

