La creación del colibrí mostró la libertad de volar. La sabiduría y la magia que envuelven al ave se transmiten a simple vista. Aunque su anatomía demuestra que son de las aves más pequeñas del mundo con un cráneo ligero, la gran fortaleza en sus alas los hace impresionantes, ya que su aleteo tan rápido hace que se queden suspendidos en el aire.
Sus músculos esqueléticos están adaptados para una vida de continuo vuelo, por lo que aletean con libertad y ésta se proyecta cuando se acercan y desvanecen al mismo tiempo. La mitología que hay detrás de sus plumas coloridas lo convierten en el ave más significativa de la cultura Maya.
La creación del colibrí por los Mayas
De acuerdo a la leyenda de los viejos sabios Mayas, el colibrí encarna un simbolismo con un poderoso significado espiritual, ya que representa la resurrección de las almas. En algunas culturas ancestrales significa la muerte en las noches frías del invierno y la resurrección a la vida con el amanecer de la primavera.
Sin duda, esta ave simboliza muchos conceptos distintos desde diversas creencias en las culturas prehispánicas. La leyenda Maya señala que los dioses crearon todo lo necesario en la tierra, cada animal, árbol y piedra le encomendaron algún trabajo importante, pero al terminar notaron que les hacía falta un encargado de llevar los deseos y pensamientos de un sitio a otro.
Al percatarse que ya no tenían barro ni maíz para crear otro animal, decidieron tomar una piedra de jade con la que tallaron una flecha muy peculiar, ya que era corta y ligera; cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y el artefacto cobró vida. En ese momento los dioses crearon al ‘x ts’unu’um’ mejor conocido como el colibrí.
Sus plumas brillantes bajo el sol reflejan todos los colores lo que llamó la atención de los hombres, quienes intentaron atraparlo para decorarse con las bellas plumas del animal, pero los dioses ordenaron castigar a quien lo atrapara. Por tal motivo, son de las pocas aves que no viven en una jaula; fueron creados para volar libremente.
Su trabajo como mensajero y guardián del tiempo lo sumerge en un misterioso pájaro. La leyenda menciona que si en la vida encuentras a esta ave es porque algún alma te manda un mensaje desde otro sitio lejos de la tierra.
El colibrí en otras culturas mexicanas
En la cultura azteca, Huitzilopochtli, la deidad del sol y de la guerra, era representado como un colibrí. En su penacho de plumas tenía la silueta del ave su pico era lo que más resaltaba en ese atuendo.
El pueblo azteca portaba talismanes con partes o forma de colibríes, ya que les daba la energía, fuerza y habilidad en las guerras. Además, la adoración y veneración que le hacían los llevó a creer que los guerreros muertos reencarnaban en estas aves.
En la cultura zapoteca, Huitzilopochtli se tradujo como colibrí zurdo o colibrí del sur, pero aún no está comprobado.
Quieto no en la rama en el aire No en el aire en el instante el colibrí
Octavio Paz
Como lo menciona José Raúl Cortez, director de Relaciones con los Pueblos Indígenas, en la cultura mexicana el colibrí se relaciona también con la guerra «tiene que ver con la batalla interior que es librada por el guerrero que desea resucitar a la vida eterna»
En el país, el colibrí recibe diversos nombres todo depende de la región en la que se encuentren, algunos de los más comunes son: quindes, tucusitos, picaflores, chupamirtos, chuparrosas, huichichiquis. En las lenguas originarias indígenas están: huitzilli en náhuatl, tzunún en huasteco o Jun en totonaco.
Aunque su delicadeza lo muestre un ave frágil en la mayoría de las regiones es visto como un símbolo de fuerza, además, refleja amor, belleza, armonía y equilibrio. Así que ya lo sabes, si un día un colibrí te sorprende, no intentes atraparlo. Él recibirá tu deseo y lo entregará al alma que te espera y la cual aún no se desprende de su existencia. (El Financiero)