Desde hace más de dos décadas, la metformina es la primera opción farmacológica para tratar la diabetes tipo 2, al ser un eficaz hipoglucemiante con pocos efectos secundarios. A partir de su uso generalizado, las investigaciones en torno a este fármaco continúan, al encontrar beneficios contra otro tipo de enfermedades, como la obesidad y, más recientemente, el dengue.
De hecho, una investigación encabezada por Rosa María del Ángel, adscrita al Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav, ha comprobado en modelos in vitro e in vivo que el uso de la metformina reduce la replicación del virus dengue.
El estudio fue publicado en abril pasado en la revista Scientific Reports, donde también se menciona que el fármaco podría tener efectos similares contra el virus zika, al ser ambos del género Flavivirus (familia Flaviviridae).
De acuerdo con Carlos Noe Farfán y Juan Fidel Osuna Ramos, estudiantes de doctorado del Cinvestav y colaboradores en la investigación, este tipo de virus precisan del colesterol para la generación de sus complejos de replicación.
En este sentido, el efecto hipolipemiante (reductor de colesterol), que se ha sumado a las propiedades de la metformina, puede afectar la replicación viral.
“La metformina está indicada en pacientes con diabetes tipo 2, pero nosotros investigamos su efecto antiviral. No es que este fármaco actúe contra el virus, más bien al ofrecer efectos pleiotrópicos (actúa en diversos blancos), interviene en moléculas del huésped que facilitan el proceso infeccioso.
En el caso de nuestro estudio, nos interesó el efecto del fármaco sobre la actividad de la proteína AMPK, el sensor energético maestro de la célula, que interviene en muchas de las vías metabólicas, entre ellas la vía del mevalonato encargada de la síntesis del colesterol.
La metformina, al activar a la proteína AMPK reduce la síntesis de novo del colesterol celular dificultando la creación de los complejos de replicación inducidos por los flavivirus y, en consecuencia, se inhibe la infección”, expuso Juan Fidel Osuna Ramos.
En tanto, Carlos Noe Farfán indicó que también han empleado fármacos específicos que inhiben la enzima implicada en la síntesis de colesterol, como es el caso de las estatinas, con buenos resultados in vitro, es decir a nivel celular.
Sin embargo, los estudios clínicos que se han publicado hasta la fecha usando estatinas en pacientes infectados con dengue, no han encontrado diferencias significativas entre los grupos tratados y no tratados.
Por otro lado, existe en la literatura científica evidencia que muestra que las personas diabéticas que controlaban su enfermedad con metformina tenían menor riesgo para desarrollar enfermedad grave por dengue, en comparación con los no usuarios.
Esta evidencia y los trabajos previos en el laboratorio de Rosa María del Ángel permitieron consolidar este estudio.
De hecho, esta investigación se enfocó en probar la metformina en un modelo de ratones que no generan respuesta inmune innata al ser expuestos a flavivirus, lo que ayuda a comprobar la eficacia del medicamento administrado.
En este caso, al ser expuestos al virus del dengue, la infección suele ser letal, lo que resulta equiparable a una infección severa en humanos.
Los resultados demostraron que el grupo de animales expuestos al virus del dengue, el cual recibió metformina, tuvo una mayor sobrevida en comparación con el grupo control al que no se le administró el fármaco. Aunque ese efecto no fue replicado en los modelos con el virus del zika.
De acuerdo con los estudiantes del Cinvestav, la ventaja de estudiar la metformina en el tratamiento del dengue y zika es que, al ser un medicamento aprobado por las instancias regulatorias, evita el proceso administrativo para su aprobación, ya que el uso de este medicamento en humanos es completamente seguro. Para el caso de dengue, solo faltan más estudios que comprueben su eficacia a nivel clínico.
Las infecciones de dengue y zika son una amenaza a nivel mundial, sobre todo para países en desarrollo de regiones tropicales, y aunque se han realizado algunas investigaciones en torno a su combate, a la fecha no hay vacunas específicas contra estos virus, por lo que resulta de mucha utilidad buscar alternativas accesibles en el tratamiento de estas enfermedades, como es el caso de este trabajo científico realizado en el Cinvestav.