Los recién nacidos son susceptibles a una variedad de agentes infecciosos que llegan a ser mortales, como los causantes de neumonía, enfermedad responsable del 15 por ciento de las defunciones de menores de cinco años, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Por ello, es importante estudiar las características del sistema inmunitario en la primera etapa de la vida, con el fin de desarrollar estrategias para disminuir la mortalidad infantil y determinar la mejor edad de vacunación.
Aunque la propensión a infecciones en los recién nacidos se ha atribuido a la inmadurez de su sistema inmunológico, diversos trabajos científicos han encontrado que la inmunidad neonatal no está subdesarrollada, sino altamente regulada por varios mecanismos, entre ellos un tipo de células que suprimen la inflamación, mencionó Marco Antonio Vega López, adscrito al Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav.
El investigador participó en un estudio enfocado en las células eritroides, o reticulocitos, conocidas por su molécula de superficie CD71+, que son producidas en la médula ósea y frecuentes en los neonatos.
El objetivo fue identificar la presencia de estas células en la sangre desde el nacimiento hasta los seis meses de edad, evaluando los cambios en su proporción y tratando de elucidar su función en la respuesta inmunológica. Estos experimentos estuvieron complementados con pruebas en un modelo murino.

 
								
 
         
			 
			 
			 
			


 
                         
                            
 
                     
                    