Los feminicidios de Jessica (21 años), Alondra (20) y Alexandra (18) en la última semana han puesto en alerta a la sociedad mexicana debido a la forma violenta en que fueron encontrados sus cuerpos.
Las tres jóvenes ni siquiera llegaban a los 25 años de edad y días antes de sus asesinatos fueron reportadas como desaparecidas, un problema que va en aumento en México. Del 1 de diciembre de 2018 al 31 de diciembre de 2019 se reportaron 5 mil 184 personas desaparecidas o no localizadas, de las cuales, 3 mil 93 son hombres y mil 227 mujeres.
De las víctimas de desaparición hay una minoría que ha sido localizada, la mayoría sin vida, como los casos de Jessica, Alondra y Alexandra. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y agosto de 2020 se han registrado 626 víctimas de feminicidio.
Las entidades con más casos son el Estado de México (97), Veracruz (63), Ciudad de México (51), Nuevo León (42) y Puebla (40).
El cuerpo de Jessica González Villaseñor fue hallado en una zona boscosa del sur de Morelia (Michoacán). Según los primeros reportes, la joven presentaba heridas en diversas partes del cuerpo y se presume que fue estrangulada.
La joven recientemente se había graduado como profesora de Educación Básica, pero a causa de los efectos de la pandemia de la COVID-19 impartía clases virtuales desde Morelia a un grupo de alumnos que le fue asignado, en el vecino estado de Guanajuato.
Familiares y amigos de Jessica denunciaron la desaparición de la docente durante la noche del 21 de septiembre tras perder comunicación con ella, por lo que la Fiscalía elaboró y difundió una célula de búsqueda del protocolo “Alerta Alba”.
La desaparición de la joven llevó a su familia a realizar diversas protestas en el Centro Histórico, así como a las afueras de la residencia oficial Casa de Gobierno donde despacha el Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.
Otro caso es el de Alondra Elizabeth Gallegos García, de 20 años, quien fue asesinada en Saltillo (Coahuila).
El 21 de septiembre la joven tuvo contacto con sus familiares y les informó que se vería con un amigo; al día siguiente fue imposible localizarla y, tras agotar esfuerzos, finalmente el día 23 denunciaron su desaparición.
La angustia de su ausencia embargó a su familia y sus amigos, quienes se movilizaron por redes sociales para hacer ruido y que pronto alguien diera alguna información para localizar a Alondra, a quien su hija de cuatro años de edad esperaba en su hogar en la colonia La Herradura.
Pero todo cambió la tarde de ayer, cuando el presunto feminicida decidió entregarse y dio el aviso a las autoridades de dónde tenía escondido el cuerpo, acudiendo la Unidad de Investigación de Homicidios de la FGE hasta la calle Federico García Lorca 1280, de la colonia La Madrid.
El complejo de varios cuartos es propiedad de José Santana, quien es identificado por los familiares como el supuesto amigo con el que Alondra se vio el 21 de septiembre; las autoridades ingresaron al inmueble y hallaron el cadáver envuelto en una bolsa negra dentro de una bañera y ya en avanzado estado de putrefacción.
Alexandra, de 18 años de edad, fue asesinada en el Estado de México.
El lunes 14 de septiembre, la joven salió junto con su sobrina del barrio San Francisco en el municipio de Xalatlaco. Ese día, inició el viacrusis para los Vara Cervantes.
De acuerdo con la familia, los secuestradores pidieron 200 mil pesos para dejarlas en libertad, aunque todavía no está claro en qué lugar y cómo se dio el plagio, pues al ser una zona rural no existen cámaras de seguridad.
Pese a entregar un pago menor al inicial, los delincuentes únicamente liberaron a la niña, tres días después, casi una semana más tarde, el cadáver de la joven apareció en una cueva. Tenía huellas de abuso sexual. (Sinembargo)