El narcotraficante Ismael El Mayo Zambada se ha declarado culpable ante la justicia de Estados Unidos en una audiencia realizada la mañana de este lunes en una corte de Nueva York.
El antiguo líder del Cartel de Sinaloa ha aceptado dos cargos relacionados con conspiración y la conducción de una empresa de delincuencia organizada para importar y distribuir drogas en EE UU, previstos en la Ley RICO. A cambio de su aceptación de culpabilidad, la Fiscalía de Estados Unidos se ha comprometido a no solicitar la pena de muerte para Zambada.
El Mayo sigue así los pasos de Ovidio Guzmán, hijo de su antiguo socio, Joaquín El Chapo Guzmán, que también aceptó las acusaciones de Washington.
El acuerdo previsto con la justicia estadounidense por parte de El Mayo es el colofón de una saga de vuelos criminales y políticos que comenzó el año pasado, con la entrega —en extrañas circunstancias— del líder criminal a Estados Unidos. Zambada ha denunciado que sus viejos aliados del cartel —concretamente, los herederos de El Chapo Guzmán— le tendieron una trampa, lo secuestraron en Sinaloa y lo llevaron sin su consentimiento al país vecino.
La supuesta traición inició una cruenta guerra entre las dos facciones del Cartel de Sinaloa identificadas con El Mayo y El Chapo. El entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, responsabilizó a Washington de la violencia desatada en Sinaloa, una guerra que a la fecha ha causado decenas de muertos y desaparecidos, sin contar los serios daños a la economía del Estado.
La estrategia de defensa legal de El Mayo Zambada ha dado un giro en los últimos meses. De haber rogado al Gobierno de México que hiciera todo lo posible por traerlo de vuelta a su país, por el temor a la pena de muerte, ha aceptado una parte de los cargos que le imputa la Fiscalía estadounidense. El cambio se dio luego de que Washington quitó de la mesa el escenario más funesto para el antiguo capo. Además, las partes han acordado que El Mayo no sea juzgado por los delitos de narcotráfico, uso de armas prohibidas, homicidio y blanqueo de dinero.
Las negociaciones de la Fiscalía estadounidense con los narcos mexicanos de alto perfil abren la duda de qué beneficios espera lograr Washington. El Mayo fue uno de los líderes más importantes del Cartel de Sinaloa y durante décadas comandó supuestamente redes de contrabando de drogas a Estados Unidos. Con los años se había convertido en uno de los objetivos prioritarios de las autoridades de aquel país. Desde México, en los corrillos políticos se teme la posibilidad de que Zambada aporte información que incrimine a autoridades de altos nivel.
EL PAÍS