Centenares de nuevas tumbas fueron cavadas en el cementerio Vila Formosa de Sao Paulo, el mayor camposanto de América Latina, para albergar al creciente número de víctimas del covid-19. La ciudad brasileña se ha convertido en uno de los principales focos de la pandemia en la región, con casi 222.000 casos confirmados y más de 12.500 muertos.