Desde hace más de cien años, algunos mexicanos asocian el número 41 con la homosexualidad masculina.
El origen es un baile al que acudieron 42 hombres la noche del 17 de noviembre de 1901 en el centro de Ciudad de México.
La mitad vestía ropa de mujer. Varios de ellos eran personas adineradas y formaban parte de la élite social de esos tiempos.
El festejo fue interrumpido por la policía, que arrestó a casi todos: solo uno logró escapar y 41 quedaron detenidos.
El caso fue uno de los mayores escándalos sociales de la época conocida como el ‘Porfiriato’, pues el presidente era Porfirio Díaz.
De hecho, según una leyenda muy conocida en México, quien logró escapar esa noche era su yerno, Ignacio de la Torre y Mier.
Este mes de noviembre, la historia llega a la pantalla gracias a la película «El baile de los 41», protagonizada por Alfonso Herrera en el papel del marido de la hija del presidente mexicano.
El escándalo provocó la etiqueta de 41 como número asociado a los homosexuales en México.
El escándalo provocó la etiqueta de 41 como número asociado a los homosexuales en México.
Durante más de un siglo, la identidad del resto de los detenidos no se conoció.
Hasta que el abogado Juan Carlos Harris, quien se define como «historiador frustrado», localizó los nombres de siete de ellos en los archivos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Las personas identificadas porque promovieron amparos contra su conscripción forzada en el Ejército son: Pascual Barrón, Felipe Martínez, Joaquín Moreno, Alejandro Pérez, Raúl Sevilla, Juan B. Sandoval y Jesús Solórzano.
Pero Harris encontró algo más: una serie de abusos y violaciones contra los detenidos que, más de un siglo después, comenzó a develarse.
Detención ilegal
El escándalo de 1901 se conoce como «El baile de los 41 maricones». Este baile tuvo lugar en la calle de La Paz, en lo que hoy es el Centro Histórico de la capital y cerca de Palacio Nacional, la residencia del presidente.
Según los diarios de la época –la única fuente documental del caso– un policía escuchó ruido en una casa a las tres de la madrugada, y al asomarse descubrió a las parejas.
Entonces pidió refuerzos para detenerlos, algo que según el abogado Harris era ilegal.
«No existía un motivo para haberlos detenido», le dijo a BBC Mundo.
«Jurídicamente, la homosexualidad como tal nunca ha estado prohibida en México».
Pero casi todos fueron arrestados excepto el yerno de Porfirio Díaz, según la creencia popular, cuyo nombre habría sido borrado de la lista para evitar el escándalo político.
Luego fueron obligados a barrer las calles de la capital mexicana con la ropa del festejo, algo que también fue ilegal, pues ninguna ley establecía esa sanción.
Otro abuso fue el escarnio en los periódicos. Incluso se publicó una canción para burlarse de ellos.
La composición se llamó ‘El corrido de los 41’ y fue acompañado con grabados de José Guadalupe Posada.
El artista es uno de los grabadores más importantes de México, autor del famoso personaje ‘La Catrina’ que elegantemente representa a la muerte.
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Con ese escándalo nació la ‘Leyenda de los 41’. Pero aquí no termina la historia.
Trágico destino
En las horas siguientes a la redada, varios de los detenidos fueron puestos en libertad.
Juan Carlos Harris cree que pagaron a la policía y las autoridades de la capital para conseguirlo.
Fue el caso de los más adinerados o quienes formaban parte de familias conocidas en el entorno social del ‘Porfiriato’.
El resto, sin tantos recursos, fueron incorporados por la fuerza en el Ejército.
Varios fueron enviados a combatir en la ‘Guerra de Castas’ que en ese entonces se libraba en Yucatán, en el sureste del país.
«Fue una especie de destierro y la única forma que encuentran para hacerlo es metiéndolos al Ejército, una especie de leva», según el abogado.
No se conoce el destino final de ellos, aunque según Harris y algunos historiadores que investigaron el tema, murieron en las batallas.
Aunque no se ha documentado, es muy posible que dentro del Ejército hayan sufrido abusos porque nunca se ocultó a los soldados la razón de su reclutamiento, dijo el abogado.
«Fueron detenidos, sufrieron un escarnio fuertísimo», explicó. «Es una cuestión muy grave y no nada más las tonterías que ciertos grupos sociales lanzan».
¿Por qué algunos mexicanos asociaron el número 41 a la homosexualidad?
Una de las razones es el escándalo que significó el baile y la cantidad de personas detenidas, explican historiadores.
Pero también influyó la posición social de algunos participantes, según Harris. El escarnio que se desató fue una especie de venganza social.
Una reacción de molestia por lo que en la época se conocía como «la decadencia de los lagartijos», el apodo de entonces a las personas adineradas del Porfiriato.
Y también evidencia el profundo cariz de homofobia que incluso ahora, más de un siglo después del baile, permanece en algunos sectores del país.
Por eso es importante identificar a quienes fueron detenidos, dice el abogado, pero sobre todo recordar cuál fue su destino.
«Hay intentos muy serios, muy graves de retroceso, incluso buscando la supresión de derechos civiles», explicó.
«A lo mejor no entendemos lo que eso significa. Es algo muy grave».
* Este artículo fue originalmente publicado en 2017 y actualizado con motivo del estreno de la película «El baile de los 41». (BBC)