La Cámara de Diputados aprobó en lo particular y en lo general la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora pasará a la Cámara de Senadores para su análisis.
Desde un gimnasio de la unidad deportiva de Magdalena Mixhuca, la Cámara de Diputados aprobó en lo general y particular la reforma al Poder Judicial, la cual ordena la renovación total de los ministros, magistrados y jueces de todo el país, quienes serán electos por voto popular.
Tras casi 18 horas de discusión, y con la mayoría calificada de Morena y sus aliados, se avaló la reforma constitucional propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que se establece un proceso de elección popular para magistrada o magistrado de Circuito, jueza o juez de Distrito, así como ministra o ministro de la Suprema Corte en un proceso que se llevará a cabo con la actuación del Instituto Nacional Electoral.
Una vez aprobada por los diputados, esta reforma pasa al Senado para su discusión.
En sede alterna, la Cámara de Diputados aprobó en lo general, por mayoría calificada de 359 votos a favor, 135 en contra y cero abstenciones, y en lo particular, con 357 votos a favor, 130 votos en contra, el dictamen que, además, reduce la integración a nueve ministras y ministros de la SCJN, con una duración en su encargo de 12 años.
Cabe señalar que esta discusión se vio enmarcada por la «resistencia» de la oposición, así como la advertencia de tres suspensiones dictadas por dos jueces y sobre todo, las protestas por parte de trabajadores del Poder Judicial quienes, desde las primeras horas del martes bloquearon las entradas del recinto legislativo de San Lázaro, para impedir el ingreso de las y los diputados.
Lo anterior, provocó que la Cámara baja se trasladara a un gimnasio de la Unidad Deportiva Magdalena Mixhuca, que fue habilitado como una sede alterna a San Lázaro.
A lo largo de la discusión, que concluyó poco antes de las 10:00 am de este miércoles, Morena y sus aliados, el PT y PVEM, usaron por primera vez su supermayoría para aprobar esta reforma que se dio por “la intromisión grosera del Poder Judicial en las decisiones del Poder Legislativo” y por sus fallos que tiraron reformas fundamentales, como la energética, la eléctrica, la de bienestar, la de austeridad, y la de la Guardia Nacional.
Mientras que la oposición del PAN y PRI, visiblemente debilitados, no dejó de señalar que esta propuesta presidencial no era «más que una venganza política contra un poder que ha cumplido con su deber de velar por el respeto a la Constitución».
Esta reforma no resolverá los grandes pendientes en materia de justicia que enfrenta nuestro país; por el contrario, pone en riesgo los avances logrados y centraliza aún más el poder en el Ejecutivo», lanzaron los priístas al finalizar el debate.