En relación con versiones de familiares y vecinos que involucran a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el fallecimiento de José Santiago Medina Naal; la corporación aclara que el Sr. Medina Naal en ningún momento ingresó a la cárcel pública y que los agentes hayan hecho uso de la fuerza para su detención.
La detención del Sr. Medina Naal se llevó al cabo el día 2 de Octubre pasado, luego de que una ciudadana llamara al 911 informando que en el mercado de la colonia Mulsay se encontraba un individuo alcoholizado que levantaba las faldas de las mujeres y las tocaba de manera obscena.
De acuerdo con la declaración del Policía Tercero C.I.M.B., quien narró los hechos durante su comparecencia el pasado 5 de octubre ante el Fiscal Investigador en turno del Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en el Combate al Secuestro de la Fiscalía General del Estado, la unidad 6641 asignada al Sector Poniente recibe la indicación de trasladarse para atender el reporte.
En el sitio, precisa la declaración, un grupo de personas señala a Medina Naal como responsable de lo antes descrito y trata de dialogar con el acusado sobre los motivos de su conducta; pero éste responde con insultos y patadas.
El oficial, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad, percibe marcado olor a alcohol en el aliento del ciudadano y ante su conducta agresiva procede a controlarlo; al sitio también arribó una unidad de Vigilancia.
Posteriormente José Santiago Medina Naal es presentado ante la Dirección Jurídica de la Secretaría de Seguridad Pública por incurrir en una falta administrativa, lugar donde se le hizo una amonestación pública con base en el Artículo 25 del Reglamento de Policía y Buen Gobierno del Municipio de Mérida, tras lo cual firmó el acta respectiva y fue exhortado a no reincidir en esa conducta, a lo que acto seguido fue retirado del lugar.
El Sr. José Santiago Medina Naal en ningún momento ingresó a la cárcel pública.
La declaración del Policía Tercero C.I.M.B. se realizó luego de que el pasado 3 de octubre, el hermano del Sr. José Santiago, Jorge Francisco, de 42 años de edad, compareciera ante el Fiscal Investigador en turno para denunciar la detención de su familiar por parte de agentes de la S.S.P. de acuerdo con la versión que le proporcionó su madre.
En el acta de su comparecencia, en la cual asienta su firma y huella dactilar, en ningún momento menciona o señala que los policías hayan utilizado la violencia para detener a su hermano.
Posteriormente, el día 5 de Octubre, se pusieron a disposición del Fiscal Investigador, por parte de un técnico informático de la Policía Estatal de Investigación, grabaciones de video de la cámaras de videovigilancia en las inmediaciones del edificio de la Secretaría de Seguridad Publica en los que se puede observar a Medina Naal retirarse por su propio pie del edificio de la Corporación, escoltado por un elemento hasta la salida.
Con grabaciones de estas cámaras y de predios particulares se observa que el señor camina solo y sin problema por las inmediaciones del Periférico y la carretera Sisal-Hunucmá hasta las cercanías de ese municipio.
Más adelante, Jorge Francisco acudió nuevamente al Ministerio Público para declarar que por notas de prensa se enteró del hallazgo del cuerpo de una persona del sexo masculino en la carretera Sisal-Hunucmá, y que acudió al Servicio Médico Forense, en donde identificó plenamente que se trataba de su hermano José Santiago.
La Secretaría de Seguridad Pública reitera que en éste, como en cualquier otro caso, cooperará con las autoridades ministeriales en todas las diligencias que considere pertinentes para el esclarecimiento del caso y la estricta aplicación de la ley y los principios de imparcialidad y respeto a los derechos humanos.
El cuerpo de José Santiago Medina Naal fue hallado a un lado de la carretera Hunucmá-Sisal, incluso, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) investiga lo ocurrido.
Francisca Naal Canché, madre del hoy fallecido, recibió a un colaborador de la Codhey y entregó documentos como el diagnóstico médico que acreditaba que “La Cuca”, de 47 años, padecía una enfermedad mental.