El cambio climático representa una de las principales amenazas para los arrecifes de coral, ya que los eventos de estrés por calor pueden ocasionar su blanqueamiento (pérdida de pigmento) y con ello su degradación masiva e incluso provocarles la muerte; sin embargo, existen factores que pueden influir en su mayor o menor afectación.
Aarón Israel Muñiz Castillo, estudiante de doctorado, y Jesús Ernesto Arias González, investigador del Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav Mérida, evaluaron la vulnerabilidad de los corales del Parque Nacional Arrecife Alacranes, ubicado frente al municipio de Progreso, en Yucatán, ante un evento de estrés por calor ocurrido de septiembre a diciembre de 2015.
En este trabajo se reporta que el blanqueamiento de los corales varió espacialmente a lo largo del Arrecife Alacranes dependiendo de la profundidad a la que estaban ubicados, así como la vulnerabilidad de cada especie al aumento de la temperatura del mar.
Debido a que en el Parque Nacional Arrecife Alacranes existe una gran diversidad de microhábitats y paisajes arrecifales, para el estudio se muestrearon 16 sitios de septiembre a diciembre de 2015, periodo de mayor exposición al estrés por calor desde 1985 en el sur del Golfo de México.
Las colonias de coral fueron contadas, medidas en su longitud y altura, e identificadas las especies que las conformaban. El grado de blanqueamiento de los corales se definió a partir de una evaluación visual considerando las categorías: normal (completamente pigmentado), pálido (pérdida de pigmentación pero con retención de color), blanqueado (sin color) y recién muerto.
Los autores del artículo, publicado en la revista Marine Pollution Bulletin, tomaron en cuenta 15 indicadores como impulsores potenciales del blanqueamiento de coral, incluidos diferentes patrones térmicos (estrés por calor acumulado y la variación a corto plazo de la temperatura superficial del mar, entre otros); así como la profundidad de la ubicación de los corales y la sensibilidad de cada especie.
Los resultados muestran que, aunque en 2015 ocurrió un evento de estrés por calor sin precedentes en la zona, el blanqueamiento de coral fue bajo (de entre 10 y 20 por ciento), lo cual sugiere que los corales de esta Área Natural Protegida han desarrollado cierta resistencia tras enfrentar, en el pasado, el aumento en la temperatura del agua.
“No solo identificamos que el estrés por calor acumulado en el agua y la variación térmica en los últimos 28 días del periodo analizado fueron los principales impulsores del blanqueamiento de los corales, sino que los arrecifes ubicados a mayor profundidad y aquellos con una estructura compleja; es decir, conformados por diversas especies, resultaron más afectados”, explicó Arias González, investigador del Laboratorio de Ecología de Ecosistemas de Arrecifes Coralinos.
Así, el bajo porcentaje de blanqueamiento de coral apunta a que el Arrecife Alacranes es un potencial refugio frente a eventos de estrés por calor, en especial las zonas con poca profundidad en donde estos organismos se han adaptado a las constantes variaciones en el aumento de la temperatura del agua.
En lo que respecta a las especies de corales más susceptibles al blanqueamiento están las pertenecientes a los géneros Agaricia, Orbicella y Siderastrea; mientras que el daño en las de Acropora fue de bajo a moderado.
“Estos datos sobre la respuesta de las especies de coral al blanqueamiento, podrían ser útiles en la generación de indicadores de sensibilidad para los arrecifes de otras áreas similares y al establecer programas de restauración y estrategias de conservación frente al aumento de la temperatura global, dijo Muñiz Castillo”, primer autor del artículo.
Arias González y Muñiz Castillo coincidieron en que los arrecifes de coral protegen las costas y albergan una gran diversidad de organismos, algunos de importancia comercial como langostas, peces, crustáceos y moluscos, por lo que tienen un papel económicamente relevante en el turismo y la pesca.
De ahí la necesidad de seguir generando evaluaciones dentro de áreas poco estudiadas, en especial porque se prevé que la temperatura mundial promedio para los próximos 20 años alcanzará o superará un calentamiento de 1,5 grados centígrados, con lo cual aumentarán las olas de calor y la duración de las estaciones cálidas será mayor; esto de acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.