CAMPECHE, CAMP (proceso).– Es probable que tras cuatro intentos Layda Sansores San Román, candidata de la coalición Morena-Partido del Trabajo, rompa los 92 años de hegemonía priista en la entidad y se convierta en septiembre próximo en la primera gobernadora por un cerrado margen a sus oponentes Eliseo Fernández Montúfar, de Movimiento Ciudadano (MC) y Christian Castro Bello, de la coalición PRI-PAN-PRD, quienes no admiten su derrota y buscan anular la elección.
Pese a que terminó en el mismo tercer lugar en que arrancó, Castro Bello –sobrino de Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, quien pidió licencia como gobernador para presidir el PRI nacional– advirtió que llevará el proceso electivo “hasta donde tope”; es decir, hasta los tribunales.
Una advertencia similar lanzó el candidato de Fuerza por México, Luis García Hernández, pese a que abandonó la contienda el último día del periodo de campañas para declinar por el priista, a quien durante el proceso le hizo el trabajo sucio.
Más que Castro Bello, quien se ganó el mote del “candidato inoloro”, es su tío Alito quien se resiste a perder la entidad que gobernó durante cuatro años antes de irse a dirigir el PRI nacional. Y es que dejó cuentas pendientes por su presunta corrupción y enriquecimiento ilícito.
En la misma sintonía de buscar la anulación de los comicios está Fernández Montúfar, alcalde con licencia en este municipio capital y quien le pisa los talones en la votación a Sansores San Román, la segunda de los cinco hijos del exgobernador Carlos Sansores Pérez, cuyo nombre sigue vigente en la entidad.
Fernández Montúfar acumula múltiples denuncias promovidas por diferentes actores, causas y momentos; las más graves son las que interpusieron durante el proceso electoral Morena y Luis García ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la de Anticorrupción del Estado de Campeche por los presuntos delitos de peculado, operaciones con recursos de procedencia ilícita, defraudación fiscal, asociación delictuosa, facturación falsa, así como por un fraude contra la Comisión Federal de Electricidad, todos cometidos desde el ayuntamiento de Campeche.
Se le acusa del presunto desvío superior a los 200 millones de pesos de la comuna para su campaña proselitista.
Algunas denuncias son también contra su mancuerna Biby Karen Rabelo de la Torre, virtual alcaldesa electa, cuya campaña presuntamente fue financiada con parte de los recursos que desvió del ayuntamiento Fernández Montúfar, cuyos adversarios priistas lo acusaron de recibir también fondos de los gobiernos de Yucatán y Jalisco.