Para obtener una mejor metodología en el cálculo total y qué se consume en la canasta alimentaria a nivel regional, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y las Universidades Iberoamericana y Kassel, realizan un proyecto de capital social, en donde buscan mejorar y ser más certeros en los procedimientos para la medición de la pobreza en México del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Durante el seminario “Hacia una metodología para medir la pobreza regional en México”, el ponente y profesor investigador de la Universidad Iberoamericana, Alan Hernández Solano, recordó que la canasta alimentaria se define como el conjunto de diversos alimentos, expresados en cantidades para satisfacer las necesidades de calorías de un hogar promedio.
En ese contexto, detalló que la metodología del Coneval para la construcción de dicha canasta se basa en los patrones de gasto de los hogares para aproximarse a los valores de consumo de energía y micronutrientes.
“La metodología del Coneval ubica un estrato poblacional de referencia cuya aproximación de consumo coincide con la recomendación nutricional. Se suman las cantidades consumidas de nutrientes y se comparan con el requerimiento de consumo de cada hogar, según su composición etaria y por sexo, para determinar si el hogar alcanza o no el consumo requerido de los mismos”, apuntó.
Ante estudiantes del doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Economía, destacó que, para mejorar este método de cálculo, el cual solo se media a nivel rural y urbano, desarrollaron el proyecto Capital Social y Empoderamiento en Áreas Rurales para el logro de la autogestión y desarrollo local Post Covid19.
Este busca estimar canastas regionales con base en la metodología del Coneval; obtener líneas de pobreza monetaria regionales que capturen diferencias en preferencias y precios; y determinar estimaciones de pobreza por ingresos que consideren las diferencias regionales.
Para lograr lo anterior, se retoma la metodología original del Coneval y su última actualización (2019) para la estimación de las canastas regionales, rurales y urbanas; se realiza una estimación de la cantidad de nutrientes consumidos por el hogar; el cálculo del Coeficiente de Adecuación Energética (CA); la definición del Estrato Poblacional de Referencia (EPR).
Así como la determinación del contenido de la canasta alimentaria; el escalamiento de los elementos de esta; y el cálculo del costo; todo utilizando datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018.
En el proyecto participan las Facultades de Medicina, Enfermería e Ingeniería Química, así como las Universidades Iberoamericana y Kassel, en Alemania, todo bajo el financiamiento de la Fundación W.K. Kellogg.