En su intento por auxiliar a un hombre, dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en el municipio de Urique, Chihuahua, al interior de un templo de la comunidad de Cerocahui.
Los hechos se registraron el pasado lunes 20 de junio, donde Javier Campos Morales y Joaquín César Mora intentaron ayudar a un hombre que buscó refugio en el centro religioso luego de que fuera perseguido por sujetos armados.
El agresor persiguió a su víctima hasta el interior de la iglesia, donde abrió fuego contra los dos sacerdotes y el tercer hombre involucrado, de manera que las tres personas perdieron la vida en el lugar del ataque.
La comunidad de Jesuitas México lamentó su asesinato y dedicó un mensaje a los dos sacerdotes para agradecer su “vida y misión”, que entregaron de cuerpo y alma en la Sierra Tarahumara durante décadas.
Con profundo dolor, denunciamos el homicidio de nuestros hermanos Javier Campos Morales,SJ, y Joaquín César Mora Salazar,SJ,ocurrido ayer en el templo de Cerocahui, #Chihuahua.
Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia.➡️ https://t.co/UGGXCsatPI#JesuitasMéxico pic.twitter.com/wr4ULX3HXV
— Jesuitas México (@Jesuitas_Mexico) June 21, 2022
“No solo eran curas de Sacristía, sino verdaderos amigos, papás, hermanos, compañeros de camino” dijo otro sacerdote de la comunidad tarahumara. Los testimonios de quienes los conocieron coincidieron en que ambos sacerdotes eran parte del pueblo y que murieron en la raya, tratando de proteger a la comunidad en todo momento.
De manera extraoficial, medios locales señalaron a Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, como el responsable del robo de los cuerpos de los sacerdotes, aunque esto no ha sido confirmado por las autoridades competentes.
No obstante, hasta el momento no se tienen reportes de ninguna persona detenida por estos hechos ni la identificación de los presuntos responsables por los asesinatos de los clérigos de 79 y 81 años de edad.
La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús demandó la adopción de “medidas de protección para salvaguardar la vida” de los jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui.
Denunció que estos crímenes no son hechos “aislados” pues “todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida”.
“La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas”, agregó la Compañía de Jesús.
Con información de Infobae