DE NORTE A SUR
Abigail Angélica Correa Cisneros
El fatal accidente en la Línea Dorada que corre de Tláhuac a Mixcoac, sucedido este 3 de mayo, sirve como advertencia del colapso del Metro de la Ciudad de México. Desde la inauguración, en la que con bombo y platillo estuvieron el entonces presidente Felipe Calderón, el extitular de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, ahora titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y el magnate Carlos Slim, la obra fue criticada por diversas fallas.
Esta línea resulta ser la más costosa por el mantenimiento que recibe, cerca de 200 millones de pesos anuales, su costo inicial fue de 26 mil millones. La noche del lunes costó la vida de más de 20 personas y 70 heridos. Las advertencias del mal estado eran constantes en las redes sociales, pero las autoridades ignoraron las denuncias de los usuarios.
Incluso se mantuvo cerrada casi un año, luego de la inauguración, por mostrar fallas en las curvas, las vías fueron mal diseñadas para el tipo de trenes que circulan. El entonces director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Joel Ortega, se deslindó de cualquier accidente futuro, tenía muy claro que en cualquier momento colapsaría.
La directora del metro, Florencia Serranía, aseguró que la última revisión de enero de 2020 no mostró anomalías en este tramo, pero cómo es posible si hay imágenes que muestran el daño desde hace años. Los señalamientos por negligencia en la construcción de esta línea, tiene fundamentos, miles de mexicanos exigen a las autoridades que se castigue a los culpables.
La Fiscalía capitalina anunció una carpeta de pesquisa «por los delitos de homicidio y daños a la propiedad, ambos culposos», en la que se investigarán los contratos de obra y a la constructora, y en la que ingenieros y geólogos realizarán estudios para identificar la causa del siniestro.
De acuerdo con México Evalúa, la Línea 12 del Metro fue una obra que se terminó con diez meses de retraso y costó 9 mil 222 millones de pesos extra, más del 50 por ciento del monto original.
La línea accidentada se empezó a construir en 2008 mediante un contrato entre el Gobierno del Distrito Federal (GDF) y las empresas ICA, Alstom y Carso, por una suma de 15 mil 290 millones de pesos. El contrato estaba inicialmente previsto para desarrollarse entre el 3 de julio de 2008 y el 31 de diciembre de 2011. “Ni el contrato ni la duración se mantuvieron cerca de lo originalmente planeado”, aseguró la organización en abril de 2014.
Casi dos años después del cierre en 2014, el entonces director del Sistema de Transporte Colectivo, Jorge Gaviño, reconoció que la línea había “nacido con problemas endémicos”.
Según dijo en su momento Jorge Gaviño, esta línea era un dolor de cabeza, especialmente en el área que colapsó este lunes. El temblor de 2017 agravó la situación y se solicitó que fueran revisados algunos tramos, por lo que las mismas empresas encargadas de la construcción, Carso, Construcción de Obras para el Transporte, Colinas de Buen, T.S.O y Systra, supuestamente arreglaron los daños.
Gaviño también dijo que hay seis líneas que están en riesgo debido al escaso mantenimiento que se les da. “Hay riesgo, se los digo desde ahorita, a las 6 líneas, que alguien se electrocute porque no pueden cortar la línea, la energía eléctrica de inmediato, si no lo digo soy también corresponsable”.
La empresa responsable de la construcción del tramo accidentado es CICSA, propiedad de Carlos Slim, por lo pronto los representantes dijeron que se esperará a que se realice el peritaje correspondiente relacionado con el incidente. Esta empresa está a cargo también del tramo 2 del Tren Maya, proyecto importante de esta administración del que esperemos que en los próximos años no ocurra algo similar que en la línea 12 del metro.
La construcción de dicho tramo quedó a cargo de Grupo Carso y la española FFC, obra por la que facturarán 18 mil 553 millones de pesos. ICA, que está a cargo del tramo 4, obra que obtuvo por adjudicación directa por contar con el derecho de vía de la carretera Kantunil-Cancún, con un costo de más de 27 mil millones de pesos, que corre de Izamal, Yucatán, hasta Cancún, Quintana Roo.
Se espera que el Tren Maya sea inaugurado en 2023. El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene mucha confianza en estas dos empresas, hoy señaladas por las fallas que ocasionaron el desplome de la Línea 12 del metro, en la que murieron más de 25 personas.