Con el fin de dar a conocer, a micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) yucatecas, las herramientas necesarias para alcanzar un equilibrio en la relación entre negocio y familia, con una adecuada sucesión, la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet), PwC México y el despacho Rivadeneyra y Asociados presentaron el Programa Empresas Familiares: Institucionalización, Gestión y Sucesión.
El titular de la dependencia, Ernesto Herrera Novelo, resaltó que, durante la pandemia, el comercio y la manera de hacer negocios giraron alrededor de la tecnología; de ahí la importancia de que las empresas de este tipo sean disruptivas para trascender y “puedan responder inmediatamente a los cambios, y eso solamente se logra con un gobierno corporativo muy bien establecido”.
Dichos temas, junto con la institucionalización, el gobierno corporativo y familiar, el entorno legal, la gestión, la profesionalización y manejo de conflictos, y la sucesión, son los que se abordará a lo largo de cinco módulos, cada jueves del 29 de septiembre al 27 de octubre de este año, a las 10:00 horas, en la plataforma Zoom; las personas interesadas pueden inscribirse a través del enlace bit.ly/3CQJGfd, sin costo, pero con cupo limitado.
A su vez, el subsecretario de Inversión, Desarrollo Económico y Financiamiento de la Sefoet, Gerardo Díaz de Zavala, explicó que, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Familiares 2021 de PwC México, en 45 por ciento de ellas, la mayoría de sus accionistas pertenece a la segunda generación y se espera que, en un lustro, alcancen 48 y sigan enfrentando el reto de llegar o superar a la tercera.
Los tres ponentes que participarán en el programa son el Decano de PwC México, Juan Manuel Ferrón Solís; el presidente de la Comisión Jurídica de Gobierno Corporativo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en México, Bernardo Rivadeneyra Pérez, y el socio de PwC México, Juan Carlos Simón Baqueiro.
Ferrón Solís destacó que los conceptos de gobernanza e institucionalización son trascendentales para esta categoría de negocios, ya que, si no los aplican, cada 40 o 45 años pueden desaparecer o perder su capacidad productiva, valor agregado y fuentes de trabajo, lo cual termina afectando a la economía.
“Según los estudios que la PwC hizo con el IMEF en México y la Universidad de las Américas en Puebla, el 67 por ciento de las empresas familiares muere en la sucesión del padre a los hijos y sólo el siete por ciento sobrevive el paso de los hijos a la siguiente generación, siendo este un índice muy malo”, advirtió.
Rivadeneyra Pérez, desde un punto de vista legal, habló sobre los conflictos de intereses, por los que desaparece entre 67 y 68 por ciento de las compañías, y que inician cuando no se deja un patrimonio completamente definido ante la muerte, “pero existen dos figuras que nos ayudan a evitarlos: los testamentos o los fideicomisos sucesorios, los cuales dan certeza en la transmisión de los bienes”.
Por su parte, Simón Baqueiro enfatizó en la relevancia del documento de protocolo familiar, que ayuda a los miembros a determinar los objetivos y valores que la marca transmitirá a las generaciones que la sucedan a través del tiempo. Igual, expresó que estas Mipymes son el motor de la economía, no sólo en Yucatán, sino en toda la República.