Integrar una familia con la llegada de un nuevo ser resulta conmovedor y significativo, pero si es mediante el proceso de adopción y el infante presenta alguna discapacidad, es una manifestación del amor más puro e incondicional, que nace del corazón, como se reflejó en el cálido recibimiento a “Cachito”, de año y tres meses de edad.
Luego de estar en estancias especiales, bajo la tutela del Gobierno del Estado, finalmente, a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes en Yucatán (Prodennay) el bebé con síndrome de Down fue entregado en adopción a una mujer e hija ejemplar, maestra de Educación Especial, que decidió emprender este camino como madre soltera.
“Le pedí a Dios un milagro y llegaste tú” se leía en un cartel impreso que sobresalía en la mesa de bocadillos de la fiesta infantil con la que su nueva familia, conformada por su mamá, abuela, tíos y primos, dio la bienvenida a “Cachito”, sellando el compromiso de darle amor y todo los cuidados necesarios en su crianza, para su crecimiento, bienestar y desarrollo pleno.
Desde que Manuela de Jesús lo conoció, supo que deseaba cuidarlo y amarlo, por lo que inició el trámite y no desistió hasta concretar su adopción. “Es un día de dicha, estoy muy feliz ”, externó con los sentimientos a flor de piel al tener en sus brazos a su hijo de corazón quien llegó al que ahora es su hogar para iluminarlo con su ternura y carisma.
Fue un recibimiento emotivo en el que no faltaron las lágrimas de alegría, como tampoco la inocencia y sinceridad propia de la infancia: Mariel, una sobrina de la familia, no sólo le dio la bienvenida en medio de botargas y globos multicolores, sino que la menor renunció a ser la prima y prefirió ser la “súper hermana de Esteban”, como se podía leer en la playera que lució con orgullo.
“No me cabe la alegría en el corazón”, dijo la titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG), María Fritz Sierra, al reconocer el acto desinteresado de profunda convicción, generosidad y amor de “Manue”, quien dejó de lado miedos y dudas, y eligió apostar por la forma más sublime de la maternidad: la adopción.
La funcionaria afirmó que, con sentido de responsabilidad social y sensibilidad, la actual administración, que encabeza el Gobernador Mauricio Vila Dosal, ha conjuntado esfuerzos para la restitución del derecho de niñas, niños y adolescentes a vivir en el seno de un núcleo familiar.
“La protección a los derechos de la infancia y la adolescencia es una prioridad, y más aún cuando estos han sido vulnerados, por tal razón a través del DIF Yucatán y la Prodennay nos damos a la tarea de protegerlos y garantizarles a través de la adopción que se desenvuelvan en un ambiente armónico en donde encuentren seguridad, respeto, comprensión y amor”, aseveró.
En este sentido y junto a María Teresa Boehm Calero, directora del DIF Yucatán, Fritz Sierra llamó a la nueva familia de Esteban, a procurar cariño, felicidad y permanente atención a su desarrollo integral.
“Vivan en plenitud esta nueva experiencia y tomen en cuenta que un hogar está hecho, más que de lazos parentales y consanguíneos, de lo más importante: amor y respeto”, subrayó, acompañada de la titular de la Prodennay, Teresita de Jesús Ánguas Zapata, quien entregó el acta de integración a una vida en familia.
“Es vocación del Ejecutivo proteger las garantías fundamentales de la infancia y las familias, las cuales son el núcleo esencial donde se aprenden los valores, cuya práctica contribuye con el desarrollo y progreso de la sociedad, así como a la paz social”, resaltó la titular de la SGG.
Finalmente, subrayó que este Gobierno ha puesto especial atención en resarcir a la niñez desprotegida su derecho a vivir y crecer en familia, por lo que, además de promover reformas al marco legal, dotar de mayores facultades a la Prodennay y aumentar su presupuesto, tiene en puerta promover una iniciativa de actualización de la Ley de Adopción.
Por su parte, la titular de la Prodennay, Teresita Ánguas, informó que, durante esta administración, 702 niñas, niños y adolescentes se han integrado a una vida en familia, que supera casi el doble del acumulado en septiembre de 2020, de 369.
Agregó que de esta cifra histórica, que coloca a Yucatán en los primeros lugares en la materia, 502 fueron reintegrados a sus familias extensas o ampliadas, con el programa de Redes Familiares y 200, se incorporaron por los procesos de adopción directa y por Consejo.
Respecto al esquema de Redes Familiares, explicó que su objetivo es que las y los menores separados de entornos no favorables, que quedaron bajo la tutela pública en Centros de Asistencia Social (CAS), puedan vivir bajo la guardia de su parentela extensa o ampliada, capaz de procurarles vivienda y cuidados.
De los CAS, egresaron las y los citados 502, para retornar a sus familias biológicas, mediante un padre o una madre no agresora, abuelos, tíos o hermanos mayores, que han resultado idóneos para conservar sus vínculos de origen y puedan garantizar sus derechos.
Un equipo de trabajo social, psicológico y jurídico de la Prodennay se encarga de buscar a las personas idóneas, que brinden las mejores atenciones, esfuerzos que han incluido coordinación con otros estados, para la localización y valoración de idoneidad, así como el seguimiento oportuno de cada caso.
Para más información, está disponible el teléfono de la Prodennay, (999) 980 01 00, extensión 14518, con atención de lunes a viernes, entre las 8:00 y 15:00 horas.