En breve termina el mes de junio que resultó ser más lluvioso de lo normal y en puerta tenemos al mes de julio, en el cual se establece la “canícula”, que por cierto, es probable que no se presente con intensidad de acuerdo con pronósticos climatológicos, e iniciaría desde la segunda semana de julio en la zona de la Península de Yucatán.
El meteorólogo Juan Antonio Palma Las predicciones a largo plazo indican que en la región península continuará lloviendo con frecuencia para estas primeras semanas de julio, debido a la sobresaliente actividad de ondas tropicales en nuestras latitudes y su interacción con vórtices y vaguadas en altura.
No obstante, desde mediados de mes podría iniciar la “canícula” en la zona, representando una disminución de las lluvias, pero al parecer no será significativa.
De acuerdo con los pronósticos climáticos del Servicio Meteorológico Nacional de la CONAGUA, se prevén condiciones de lluvia en general dentro de lo normal en buena parte de la Península de Yucatán para este mes de julio, aunque en algunas zonas de Yucatán y buena parte de Quintana Roo se podría presentar lluvias por debajo de lo normal.
Por tanto, que no se presentará una señal clara de falta de lluvias importante en este mes de julio, lo que sugiere que la “canícula”, que climatológicamente se manifiesta desde mediados de julio hasta mediados de agosto, será poco significativa.
La “canícula” o también llamada «sequía intraestival», inicia aproximadamente desde mediados de julio en la región peninsular y puede prolongarse hasta mediados de agosto.
Se caracteriza por ser un periodo de disminución en las precipitaciones de manera no uniforme y no continua en varias zonas de nuestro país. Esto indica que no deja de llover completamente, pero la intensidad y distribución espacial de las lluvias disminuye temporalmente, lo que da paso a incremento de las temperaturas.
En la Península de Yucatán, la «canícula» favorece incremento de las temperaturas hasta valores de 40°C o incluso más, además de sensaciones térmicas muy altas, superiores a los 50°C por el alto contenido de humedad que prevalece en nuestra zona propiciando intenso “bochorno”.
Esta situación también llega a representar un impacto a la salud pública, por efectos de golpe de calor y enfermedades gastrointestinales por la rápida descomposición de los alimentos.
Este fenómeno surge por cambios temporales en los patrones de circulación atmosférica, generando dominio de sistemas anticiclónicos, circunstancia que suprime la generación de nubes de tormenta y por ende disminuyen las lluvias. La «canícula» varía en intensidad año con año, ya que a veces sus efectos son notorios y a veces pasa desapercibida.
Por otra parte, es importante recalcar que la “canícula” no es factor que evite la formación de ciclones tropicales, por lo que en periodos caniculares también existe riesgo de afectación ciclónica en nuestra zona.