La Hemofilia es un padecimiento que impide que la sangre se coagule normalmente, si la sangre no se coagula normalmente se puede sangrar con mucha facilidad o mucho más de lo normal. A veces, el sangrado pone la vida en peligro.
Es un mal incurable, se controla bajo supervisión de un especialista pero aún es poco común en nuestros días, no existe vacuna para erradicarla, señalo la Dra. Diana Nolasco Medina especialista en hematología del ISSSTE en el marco del Día Mundial de la Hemofilia que es la fecha que fue proclamada por la Federación Mundial de Hemofilia (FMH).
Las personas con hemofilia carecen de una proteína en la sangre llamada “factor de coagulación” sin ella la sangre no coagula normalmente, es un padecimiento hereditario, el paciente nace con hemofilia, se trata de una anormalidad genética, los hombres tienen más probabilidad de heredar de padecer este mal que es poco frecuente en niñas o mujeres.
Los hemofílicos pueden presentar sangre en sus evacuaciones, en la orina, dolores en el área del estómago, moretones o sangrado de un músculo, sangrado en el cerebro o en la médula espinal, la hemofilia se puede detectar con una prueba de sangre, el tratamiento se llama terapia de reemplazo de factor y se trata de recibir lo que al cuerpo le hace falta, algunos medicamentos se realizan con sangre humana.
La enfermedad puede ser leve que solo tengan sangrado cuando hay un accidente realmente o de una cortada.
Pero los pacientes que tienen una enfermedad grave pueden sangrar de forma espontánea esos son los que tienden a complicar un poco más, esto puede llegar a la muerte, si un paciente se cae, pudiese tener una hemorragia cerebral, puede tener un sangrado incluso muscular, su organismo por sí solo no puede coagular adecuadamente, estos pacientes generalmente se diagnostican desde bebés, desde un principio los hematólogos, pediatras son los que lo diagnostican.
El padecimiento de hemofilia se conoce cuando los niños son muy pequeños se detectan cuando tienen algún percance o cuando él recién nacido se desangra por el canal del parto, ahí es donde se puede tener el grado de hemorragia o sangrado en la cabeza. Donde aparece el moretón por primera vez. Otro indicio del padecimiento del mal es el cordón umbilical que tenga mucho sangrado y que el niño no se cure, esto también es anormal.
Estos son los primeros datos, si los diagnostican más tarde cuando el bebé ya está empezando a caminar es cuando se empieza a caer o se empieza a pegar le sale un moretón muy grande, la mamá acude con el médico, el cual se da cuenta de que hay un problema de coagulación.
Los hemofílicos pueden vivir plenamente con el tratamiento adecuado pero hace como 20 años los pacientes con hemofilia fallecían jóvenes de 20 a 30 años máximo, actualmente hay muchos tratamiento para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, igual se debe si la enfermedad es leve o moderada o grave y también va a depender de las complicaciones que haya tenido de niño, el mayor riesgo es cuando son chiquitos y no se pueden cuidar, una vez que ellos crecen y tienen una actividad física los pacientes pueden tener un factor de coagulación.
Para evitar los problemas de sangrado las personas con hemofilia deben: consultar con frecuencia a su médico e informarle a los médicos que lo tratan que padecen hemofilia, y también mencionar el tipo de hemofilia que padecen (A o B), seguir su tratamiento y las actividades o los deportes que deben de evitar conocer los signos y síntomas del sangrado y como tratarlos.
La especialista recomendó no tomar anticoagulantes y llevar sus medicinas cuando viaje.