Entre el octavo y el noveno pasaron exactamente dos años, seis meses y ocho días; pero esta vez el mexicano Sergio Pérez (Racing Point) sólo esperó tres semanas para subirse de nuevo un podio de Fórmula Uno. Y lo hizo a lo grande, al lograr su primera victoria en categoría reina. Cincuenta años después de que Pedro Rodríguez ganara el Gran Premio de Bélgica.
Tres domingos después de brillar en Turquía, donde fue segundo, “Checo”, nacido hace 30 años en Guadalajara (Jalisco), ganó la segunda carrera de Baréin -el Gran Premio de Sakhir- y firmó su décimo ‘cajón’ desde que pilota en F1. Uniendo su nombre al de Pedro Rodríguez, que además del de Bélgica 1970 también había ganado el de Suráfrica tres años antes.
El mexicano ya pudo haber subido a su décimo podio en F1 tan sólo hace una semana. Pero cuando circulaba cómodamente en tercera posición, la rotura del motor de su Racing Point lo evitó a falta de tres vueltas. El destino le correspondió y este domingo logró, en su Gran Premio número 193 (tomó la salida en 190) su primer triunfo en la F1. Por delante de su antiguo compañero francés Esteban Ocon (Renault) y de su actual colega, el canadiense Lance Stroll.
Sergio, ausente en las dos pruebas de Silverstone (Inglaterra) por sendos positivos en covid-19, confirmó que sigue la senda del éxito. En su año más difícil. En el que, a falta de una carrera, aún no sabe qué hará en 2021.
Y este domingo, después de arrancar quinto en la recortada pista de las afueras de Manama, la capital del reino de la Península Arábiga, se inscribió de nuevo entre los mejores en la división de honor del automovilismo al ganar en Sakhir.
El bravo piloto tapatío, que mejoró su marca personal de puntos este domingo, anunció el pasado lunes en rueda de prensa telemática desde Baréin que si no ficha por Red Bull se tomará un año sabático en 2021 para pensar seriamente en su futuro, profesional y personal.