El Pentágono activó este miércoles a todos los reservistas de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia, alrededor de mil 100 soldados, para tratar de contener la insurrección en el Capitolio de cientos de seguidores del Presidente estadounidense, Donald Trump.
Además del despliegue, la Alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, ha decretado este miércoles el toque de queda que durará desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana del jueves 7 de enero debido a las protesta.
“La Guardia de D.C. (Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington) ha sido movilizada para apoyar a las fuerzas de seguridad federales”, dijo el portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, en un comunicado.
Fuentes del Ejército de tierra de EU precisaron al diario The New York Times que los movilizados eran todos los componentes de la Guardia Nacional en el distrito, es decir, mil 100 militares reservistas.
Además, el Gobernador de Virginia -estado contiguo a la capital-, el demócrata Ralph Northam, anunció que había enviado a Washington a miembros de la Guardia Nacional de Virginia junto a 200 agentes estatales para contener los disturbios.
La Policía del Capitolio advirtió poco antes que no tenía agentes suficientes para contener a los cientos de seguidores de Trump que irrumpieron a la fuerza en el Capitolio y provocaron la evacuación de las dos cámaras del Congreso.
El asalto al Congreso se produjo cuando ambas cámaras celebraban una sesión para corroborar la victoria electoral del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre pasado.
Los seguidores del Presidente, que habían acudido a Washington en masa convocados por Trump, quien los arengó en un mitin frente a la Casa Blanca, se dirigieron luego al Capitolio.
Los manifestantes rompieron ventanas y abrieron puertas a la fuerza hasta superar a la Policía del Capitolio, que asegura las instalaciones del Legislativo.
Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos en la escalinata del edificio, pero decenas de personas consiguieron entrar a los salones de plenos de la Cámara de Representantes y del Senado mientras los legisladores eran evacuados de emergencia, así como el Vicepresidente Mike Pence.