Cultura Yucatán

Artesanas de Hocabá mantienen viva la técnica del telar de cintura para fibra de henequén

Todos los días, Paula Maas Cab, de 67 años de edad hace un espacio dentro de sus labores en el hogar para reunirse con sus recuerdos frente al telar de cintura y elaborar piezas con fibra de henequén. Esta actividad que comparte con otras artesanas de Hocabá le ha permitido exponer en el Museo de Arte Popular de Yucatán (MAPY). La titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Loreto Villanueva Trujillo, platicó con Maas Cab, cuyos trabajos forman parte de la muestra “U sakaltbil máaxoni’ (Tejiendo quienes somos)” del MAPY inaugurada el pasado mes de octubre de 2021, con el objetivo de difundir y enaltecer dicha técnica ancestral. “Es muy difícil aprenderlo y tiene que gustarte para que lo sigas haciendo; por eso, no muchas personas lo hacen. El resultado es bonito, se siente uno bien cuando ve las piezas terminadas”, compartió la habitante de este municipio del centro de la entidad. La titular de Sedeculta conversó con artesanas y artesanos, acerca del proceso para lograr piezas originales, lo que motiva a las nuevas generaciones a preservar este legado. “El sol y el calor revientan las fibras, sobre todo cuando son piezas muy delgadas que se tejen con dos hebras. El henequén se tiene que raspar; después, se limpia; luego, se peina, y por último, se anuda, ya sea para entintarlo o usarlo de manera cruda, de acuerdo al diseño”, explicó Maas Cab. En cuanto al teñido de los hilos, se elabora con elementos naturales, provenientes de las cortezas de árboles, como tzalam, chukum, sabacté o cholul, que se hierven; según el color que se requiera es la duración de este proceso y, también, se debe tener en cuenta la combinación de maderas. Doña Paula y su hermana María Reyes, impartieron un taller en su comunidad para compartir los saberes que aprendieron de su madre y abuela sobre la técnica del telar de cintura de fibra de henequén y de entintado, es así que varias mujeres, entre ellas su nuera María Delfina Ek Chan, han adquirido los conocimientos que ahora se extienden a más integrantes de la familia de Maas Cab y pobladoras de Hocabá. Esta capacitación fue parte del proyecto colaborativo “Iniciativa de artesanía juvenil maya”, que contó con apoyo de la Oficina de Investigación de la Universidad de Cincinnati; acudió Wendy Guadalupe Dzul Can, nieta de María, quien le pidió a su abuela que le mostrara cómo elaborar prendas con este método. Para esta joven de 18 años, aprender esta técnica es más que un pasatiempo; es la conexión que quiere mantener con las mujeres de su familia, para el resto de su vida. “Cuando ella ya no esté, yo seguiré con esta tradición y eso me parece bonito. Le voy dando mi estilo; por ejemplo, me gustan los colores más llamativos, por lo que empleo tintes artificiales”, expresó. La exposición “U sakaltbil máaxoni’ (Tejiendo quienes somos)” del MAPY, visibiliza los rostros y el trabajo de 14 artesanas de Hocabá y se puede visitar, siguiendo todos los protocolos sanitarios vigentes, de martes a sábados, de 10:00 a 17:00 horas y los domingos, de 10:00 a 15:00 horas. La entrada es libre.

Mundo

Realizan prueba de nuevo coche volador futurista, diseñado para viajes dentro de ciudades

La start-up con sede en Londres Bellwether Industries ha publicado imágenes del primer vuelo no tripulado de un prototipo de su coche volador de tipo eVTOL, es decir un vehículo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical, llamado Volar. “Definimos al Volar como una nueva categoría de transporte, un avión UAM [para el transporte de pasajeros en el espacio de la movilidad aérea urbana] de uso privado”, señala la compañía en su sitio web. La aeronave contará con un “sistema de propulsión oculto”, un perfil compacto y será respetuosa con el medio ambiente, ofreciendo una forma segura de viajar dentro, asegura Bellwether. El prototipo de la aeronave futurista, construida a media escala, voló a una altura de cuatro metros y a una velocidad de 40 km/h. Bellwether detalló que el modelo final del vehículo será un avión de cuatro a cinco asientos, destinado a realizar viajes dentro de la ciudad a una altitud de hasta 915 metros y a velocidades de hasta 220 km/h. “Queremos crear aviones urbanos privados para que cualquiera pueda volar desde cualquier lugar a cualquier punto en cualquier momento”, explicó la compañía citada por medios locales. La empresa emergente afirma que, dentro de los próximos diez años, los vehículos voladores privados llenarán el espacio aéreo de las ciudades.