Un sacerdote de Guanajuato ha sido sentenciado a más de 117 años de cárcel por abuso a menores.
El padre Jorge Raúl ‘N’ primero fue sentenciado a 90 años y siete meses de cárcel, pero el pasado miércoles, el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Guanajuato incrementó la sentencia en contra del sacerdote.
La nueva sentencia aumentó a 117 años y nueve meses en prisión por los delitos de violación, corrupción de menores, abuso sexual y agresión sexual en contra de cinco menores de edad que estudiaban en el Colegio Atenas, esto en el municipio de Irapuato.
El caso del sacerdote abusador se dio a conocer en febrero del 2017, en Irapuato. Esto luego de que una de las víctimas decidió dar a conocer lo sucedido. Después de la primera denuncia se le sumaron cuatro casos más en contra del sacerdote.
Tras su sentencia emitida el 2 de abril del 2018, el imputado buscó apelar la condena a través de diversos recursos y apelaciones.
En declaraciones a medios de comunicación, la abogada de las víctimas, Dalia Ramírez, informó que fue el miércoles 9 de noviembre de 2022 que finalmente el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Guanajuato determinó incrementar la sentencia en contra del sacerdote.
Esto al considerar que su actuar fue claramente doloso por lo que merecía la pena máxima en cada uno de los delitos cometidos en contra de las menores, delitos que fueron recurrentes. Los delitos cometidos por el sacerdote sumaron: cinco eventos de violación; uno de corrupción de menores; uno de abuso sexual y uno de agresión sexual.
La abogada de las víctimas, explicó que, sin embargo, el sacerdote sólo permanecerá en prisión 60 años, pues es el límite establecido por la ley. Sin embargo, en la sumatoria de delitos, serán 117 años con 9 meses, casi los 120 con 9 meses que ellas habían solicitado en un inicio del proceso en el 2017.
La abogada dio a conocer que se tiene conocimiento que Jorge Raúl sigue ejerciendo como sacerdote al interior del CERESO. En el lugar confiesa e incluso invita a la gente que quiera recibir un sacramento de su parte que lo soliciten y él da su autorización para que puedan ingresar y se pueda llevar a cabo el acto religioso.