No seas cómplice de este cruel e ilegal negocio. ¡No compres loros silvestres! No contribuyas al sufrimiento y desaparición de estás especies.
La diversión de unos, puede ser el sufrimiento de otros.
El encierro o la falta de espacio pueden generar conductas que vemos como divertidas, pero que pueden ser manifestaciones de estrés.
Los loros silvestres deben estar surcando los cielos.
Si ya tienes un loro silvestre en cautiverio, mejora su espacio de vuelo y dale un trato digno.