Olivier Rioux, un joven originario de Montreal, Canadá, causó sensación al convertirse en el jugador de baloncesto universitario más alto del mundo, tras ingresar al equipo de la Universidad de Florida.

Artículo anteriorMás de 200 estudiantes finalizan la XI edición de la Universidad de los Mayores
Artículo siguienteImputado por abuso sexual ocurrido en Santa Rosa