Desde su encarcelamiento el 4 de febrero en Doha, Qatar, Manuel Guerrero ha sido privado del tratamiento antirretroviral esencial para combatir el VIH.
Además, se le ha negado el acceso a agua mientras está bajo custodia. A pesar de ser abiertamente homosexual, y a pesar de que el Código Penal qatarí penaliza las relaciones entre personas del mismo sexo, durante sus siete años de residencia en Qatar, nunca había tenido problemas con las autoridades