En México para que una especie de fauna sea realmente protegida o cuando menos se intente protegerla, se requiere esté ante una inminente extinción o por presiones de organismos extranjeros, como en el caso de la vaquita marina, señaló el colectivo Proyecto Santa María, que se dedica a la defensa de las aves.
Si bien existe una Norma Oficial Mexicana (059) que protege a un grupo de especies en categoría de riesgo o en peligro de extinción, los castigos son inaplicables, ya que, en la mayoría de los casos las sanciones administrativas son difíciles de imponer, y las penales, diríamos casi imposibles.
Por esa razón, los presuntos infractores o sus abogados logran fácilmente evadir la acción de la ley, incluso evaden un tratado internacional como el CITES ( Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) lo que hace que un enorme mercado de fauna silvestre se dé a lo largo y ancho de todo el país, pues los infractores se ven protegidos por la impunidad, las lagunas en la ley o la corrupción.
Saliendo libres sin que se realice un dictamen que dimensione y cuantifique el daño y la reparación del mismo, pues los ejemplares mueren o son mutilados o los ecosistemas dañados muchas veces de manera irreversible.
Se necesita legislar en ese tema y endurecer las penas o elevar a delito grave las penas de quiénes posean,transporten, acopien (almacenaje) o sustraigan de su medio natural especies en categoría de riesgo. Es la única forma de inhibir estás prácticas que están dañando de manera grave nuestra fauna.
Pueden ser modificaciónes a las Leyes Estatales, pues al menos en el caso de Yucatán por si no lo saben existe una vicefiscalía para delitos ambientales que si bien cubre este rubro, también es compartida con delitos electorales.
Lo que demuestra la poca prioridad que se le da al tema o al castigo de los delitos ambientales en el ámbito estatal.
El gobernador Mauricio Vila Dosal, ha prestado mucho interés y apoyo para combatir este flagelo, pero hay que ir más allá, al origen del problema, y trabajar en conjunto gobierno y sociedad, en beneficio de nuestra fauna nativa.